Asán

Aleksandr Zhilin no es un soldado ejemplar, es un mero intendente obligado a comerciar con carburantes para sobrevivir; vende, sin escrúpulo alguno, tanto a los chechenos como a los federales, ya que, en esta terrible confrontación, el dinero es el único denominador común. Una remota leyenda caucásica cuenta que Asán era un ser alado y sangriento cuyo rastro parece haberse desvanecido con el tiempo, pero que resurge a través del santo y seña de los insurgentes, «Asán ansía sangre». Sin embargo, para Zhilin la consigna del enemigo no es otra que «Asán ansía dinero», ya que en el mundo que recrea Makanin, con su prosa vívida y descarnada, sangre y dinero son intercambiables. El lector se encontrará con un fresco al estilo impresionista no sólo de la Rusia postsoviética, sino también de la guerra, ese extravío capaz de avivar la crueldad incluso en los más inocentes.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2015 Acantilado
512
978-84-16011-40
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Vladimir Makanin narra como el mayor del ejército ruso Aleksander Zhilin protagoniza un relato de ambiente bélico que transcurre durante la llamada Iª Guerra de Chechenia (1994-1996). Asán es una novela que reproduce episodios de las batallas libradas en torno a la capital, Grozni, por el ejército ruso contra los rebeldes al mando del general Dudáyev (1944-1996)
Al mayor Zhilin, oficial de armamento y construcción, se le encomienda la custodia y control de los edificios en los que se almacenaban los pertrechos militares, así como los uniformes y alimentos para las tropas. El caos y la corrupción generalizada que afecta al ejército como consecuencia de la crisis planteada tras el final de la Unión Soviética (1990) impide a Zhilin el cumplimiento de sus obligaciones. Desprovisto de las fuerzas necesarias para la defensa de los almacenes, sufre el acoso de las bandas rebeldes, que desencadenan ataques nocturnos y se apoderan de las armas que están bajo su custodia. Dado que las protestas elevadas al Estado Mayor no son atendidas, Zhilin permite a los insurgentes, algunas veces con el propio general Dudáyev en cabeza, retirar el material bélico a cambio de miles de dólares que ingresa en sus cuentas privadas. En el negocio participan algunos de sus camaradas, hastiados de la incompetencia del mando, la falta de moral de los reclutas y la indiferencia de los políticos de Moscú, ocupados en sus luchas por alcanzar o retener el poder. El novelista Vladimir Makanin (Orsk, 1937) recoge en su extensa obra narrativa la tradición de la mejor literatura rusa adaptada al lenguaje actual tanto en los diálogos como en sus referencias a la mentalidad de la época actual. Sus descripciones del ambiente cruel y despiadado de una guerra sin normas muestran los rasgos más emotivos del fatalismo del pueblo ruso que acepta, con el triste final del protagonista, los designios de un destino que supera a la capacidad humana ante el dolor y la muerte. Por el conjunto de su producción, de cerca de treinta títulos publicados, el autor ha sido galardonado con los premios Pushkin (1998) y Europeo de Literatura (2012). Vladimir Makanin narra como el mayor del ejército ruso Aleksander Zhilin protagoniza un relato de ambiente bélico que transcurre durante la llamada Iª Guerra de Chechenia (1994-1996). Asán es una novela que reproduce episodios de las batallas libradas en torno a la capital, Grozni, por el ejército ruso contra los rebeldes al mando del general Dudáyev (1944-1996)
Al mayor Zhilin, oficial de armamento y construcción, se le encomienda la custodia y control de los edificios en los que se almacenaban los pertrechos militares, así como los uniformes y alimentos para las tropas. El caos y la corrupción generalizada que afecta al ejército como consecuencia de la crisis planteada tras el final de la Unión Soviética (1990) impide a Zhilin el cumplimiento de sus obligaciones. Desprovisto de las fuerzas necesarias para la defensa de los almacenes, sufre el acoso de las bandas rebeldes, que desencadenan ataques nocturnos y se apoderan de las armas que están bajo su custodia. Dado que las protestas elevadas al Estado Mayor no son atendidas, Zhilin permite a los insurgentes, algunas veces con el propio general Dudáyev en cabeza, retirar el material bélico a cambio de miles de dólares que ingresa en sus cuentas privadas. En el negocio participan algunos de sus camaradas, hastiados de la incompetencia del mando, la falta de moral de los reclutas y la indiferencia de los políticos de Moscú, ocupados en sus luchas por alcanzar o retener el poder. El novelista Vladimir Makanin (Orsk, 1937) recoge en su extensa obra narrativa la tradición de la mejor literatura rusa adaptada al lenguaje actual tanto en los diálogos como en sus referencias a la mentalidad de la época actual. Sus descripciones del ambiente cruel y despiadado de una guerra sin normas muestran los rasgos más emotivos del fatalismo del pueblo ruso que acepta, con el triste final del protagonista, los designios de un destino que supera a la capacidad humana ante el dolor y la muerte. Por el conjunto de su producción, de cerca de treinta títulos publicados, el autor ha sido galardonado con los premios Pushkin (1998) y Europeo de Literatura (2012).

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