Papá está gordo

¿Alguna vez te has leído un libro que te haya cambiado la vida? Bueno, Jim Gaffigan tampoco. Podría ser porque Jim Gaffigan es muy perezoso y además tiene mala vista o porque tiene cinco hijos pequeños y vive en un apartamento de dos habitaciones en el centro de Nueva York. Jim es como cualquiera: una persona muy ocupada, muy centrado en sí mismo y va agotado por la vida. La única diferencia, quizá, es que Jim Gaffigan es humorista profesional y muy, muy guapo.

Lleno de agudas observaciones y de un humor explosivo, Papá está gordo es el homenaje de Jim a su vida rodeado de su familia, con todas sus alegrías y también con sus horrores. A la vez, es una petición de ayuda de un padre que se ha dado cuenta de que él y su mujer se han convertido en minoría en su propio hogar.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2016 Palabra
288
978-84-9061-368
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.75
Average: 3.8 (4 votes)
Interpretación
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Género: 

Comentarios

Imagen de acabrero

Los capítulos breves de que está compuesto este libro bien podrían ser los sketches de sus actuaciones en Nueva York. La exageración cómica de su situación como padre consigue las carcajadas del lector con frecuencia. En algún momento uno puede pensar que el autor está arrepentido de tener tantos hijos y, sin embargo, en medio de tantos problemillas, lo que hay es una alegría muy grande de tener esas criaturas. Creo que hay que poner de relieve el mérito del traductor, pues es fácil imaginar que lo más difícil de traducir son los chistes o los juegos de palabras. 

Imagen de grpazos

Los que hemos pasado por esa gozosa (aunque agotadora) etapa en la que tus hijos son una panda de "locos bajitos" que te exigen una dedicación de 24 horas al día sabemos que el sentido del humor es una forma muy útil de coger distancia y valorar las cosas en su justo punto. Básicamente, eso es lo que hace Jim Gaffigan, con desternillantes consideraciones que bien puede servir para una sesión de "risoterapia". Libro muy recomendable para matrimonios jóvenes que se encuentren desbordados y que necesiten reír, "por no llorar", como me decía un amigo, joven padre de cinco niños (exactamente los mismos que Gaffigan).

Me quedo con una cita:

"¿Qué me estoy perdiendo? ¿Dinero? ¿Horas de sueño? ¿Comidas más tranquilas? ¿Más pelo? Todo eso no es nada, comparado con lo que me aportan a mí los cinco monstruitos que controlan mi vida. Estoy convencido de que cada uno de mis hijos me ha hecho mejor persona. Así que supongo que solo me harían falta otros treinta y cuatro críos para convertirme en un tipo bastante decente. Cada uno ha sido como un rayo de luz que ha iluminado la oscuridad de mi árido corazón. Daría mi dinero, mi sueño o mi pelo por ver sonreír un segundo a cualquiera de mis hijos. Bueno, depende de cuánto pelo estemos hablando…".

Imagen de Pedro García-Alonso

Regalo perfecto para el día de la madre: estallará en carcajadas y llorará de risa al leerlo, recordando todo lo que tuvo que soportar (y disfrutar) con nosotros sus hijos… hasta lograr emanciparnos. Oirás sus risas por toda la casa. Tus padres se sentirán totalmente identificados con esa fina ironía que narra el rol paterno, gratificante, pero agotador.

El autor, Jim Gaffigan, es un humorista americano, nacido en 1966, famoso actor de monólogos. Padre de cinco hijos muy pequeños, viven todos juntos con él y su mujer, hacinados en un piso muy pequeño en el centro de Nueva York. Narra sus peripecias cotidianas en medio de la Gran Manzana, intentando educar a su prole y sobrevivir a todas sus peripecias.

El libro no defrauda. Con capítulos muy breves, el discurso es muy actual y directo, interpelando al lector a cada rato, en un diálogo sincero y realista a más no poder, divertido hasta el máximo, ingenioso y pícaro, guasón y desenfadado… ¡un auténtico relax, para disfrutar de verdad!

Su estilo popular y cómico recuerda la guasa española del astracán de Pedro Muñoz Seca, pues fuerza la verosimilitud del argumento, en favor de lograr la risa sana del lector. Jim inunda las páginas aportando anécdotas, poniendo fotografías con comentarios increíbles, añadiendo citas y chascarrillos, mostrando casos y vicisitudes picarescas a más no poder. Con un tono socarrón, tampoco oculta sus propios defectos: perezoso, gordinflas, comilón, desordenado...

La obra rebosa de un humor explosivo, con agudas observaciones chistosísismas, tales como comparar al hijo que nace con un ocupa que invade tu domicilio y tu vida, o con un jefe de una secta que te obliga a entregarte al 100% a sus dictados locos...

Puedes visitar su web www.jimgaffigan.com o su Twitter @JimGaffigan

Imagen de Antonio del Moral García

Ja Ja Ja Ja Ja

Buen libro para regalar el día del Padre;  o a un convaleciente necesitado de antidepresivos.

El autor al hilo de sus cotidianas vivencias con sus hijos va comentando de forma muy divertida sus reflexiones llenas de sentido común, sentido del humor, y un gran optimisimo. Sin pretenderlo (y eso lo hace más fresco) afloran unos hondos valores que se presentan como algo atractivo; casi contagioso