El misterio y lo desconocido

Sabía que la existencia escondía un gran misterio. Poco a poco fue descubriendo que con la voluntad de cada persona se forjaba un camino que iba unido a un misterio, el de la vida, quizá más grande que el de la muerte. Sacó en conclusión que el camino espiritual iba ligado a obstáculos necesarios de derribar, y que aquel que llegase a aceptar su debilidad podría descubrir que junto al yo hay un Tú, y así sería un "ser de amor", un ser libre ya que se liberaría del temor a la muerte.

En una etapa de su vida le invadió la confusión por lo que se aisló, para echar una mirada al pasado y percibir la Fuerza absoluta del Espíritu Santo en la alegría de existir. Descubrió que el corazón era el centro de todo. De esta forma, con la manifestación de la gracia, mediante la reconciliación consigo misma y la aceptación de su pasado, vivió la forma más elevada del perdón. Una frase que me impactó fue: "Dentro de todos hay una luz de amor, sólo hay que seguirla". A esta le añadió que para seguir esa luz hay que enterrar el orgullo de crear un destino ajeno a las leyes del amor, y así el individuo puede convertirse en un hombre reconciliado pues habrá recorrido hasta el final su camino de realización espiritual.
 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1999 Seix Barral
122
978-84-322-9596-6
Valoración CDL
3
Valoración Socios
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Susanna Tamaro no es una autora convencional. Proviene de una familia de judíos asimilados y convertidos al catolicismo por razones prácticas: matrimonios y negocios. Sus padres se separaron al poco de nacer ella y en sus recuerdos biográficos ni tan siquiera menciona a su madre. Se crió con su abuela, la única creyente y practicante de la familia. El matrimonio de su abuela tampoco había sido dichoso: jovencita inteligente e intelectual se había casado con un agricultor ante la oposición familiar. La conclusión -no sé si inevitable- es que Susanna no se ha casado. Según manifiesta, porque lo considera incompatible con su vocación literaria.

Educada en la religión católica, el temor al mal y a lo desconocido, "las grandes preguntas", le habían acosado desde niña. Cuando quiere indagar acerca de sus raíces viaja a Israel, a un kibutz en Galilea. En la tierra de Israel afirma haber recuperado la paz. Después llegaría su vuelta al catolicismo. La autora parece concluir que para alcanzar el bien hay que pasar antes por el mal. Rechaza la mentalidad de aquel que quiere mantenerse en paz con Dios a base de cumplir escrupulosamente sus deberes, como quien gana un salario. Lo hace al analizar la Parábola del hijo pródigo: las figuras del hijo atolondrado que vuelve a su Padre y el que nunca se ha marchado, perfeccionista y rencoroso.

Para Susanna Tamaro el camino es el del corazón, separando las hebras de bien y de alegría que podamos encontrar en él. Perdonarse a uno mismo y aceptar de buen grado la diversidad, la inseguridad y el fracaso. Tras la lectura del libro lo que me queda más claro es la necesidad de aceptar el Misterio. Éste dota a nuestra existencia de una nueva dimensión; nos permite situarnos en la Creación en la posición que nos corresponde, la de criaturas, y aceptar con paz una conclusión necesaria: existe un Ser superior que lo comprende todo y al que no podemos abarcar intelectualmente.

De su paso por la Universidad la autora recuerda así a los popes y gurús de las ideologías modernas: "Percibía en las personas que me hablaban con tanta seguridad intelectual, la misma infelicidad profunda que me había golpeado durante mi infancia. Hablaban del azar como patrón de todo, del cinismo como el sentimiento de los sabios. Había un horizonte sombrío en torno a ellos, y querían constreñir en ese mismo horizonte el pensamiento de los demás. Tenían el don de ridiculizar a quienes pensaban de modo distinto y la capacidad de marginar al diferente. Les gustaba juzgar más que cualquiera otra cosa. Juicio y desprecio iban siempre parejos" (pag.47).

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(Propuesto por Silvia C)Con este libro Susana Tamaro nos hace ver la necesidad de un " más allá". Ella lo ve claro desde bien pequeña. ("la idea de que el sol se apagaba obsesionó mi infancia"; "en la larga negrura de mis noches, había empezado a ver esqueletos").Muchas son las preguntas que golpean su pequeño entender y quizás lo vemos con más claridad durante su adolescencia ("¿qué sentido tiene vivir, si todo debe acabar?"). Estas son las preguntas que toda persona se hace a lo largo de su vida; habrá quien se las haga con más o menos intensidad y llegará a unas u otras conclusiones.
La autora del libro nos hace caer en la cuenta de que el "hombre moderno ya no es capaz de maravillarse y éste es el síntoma más grave de su pobreza interior" y quizás, este es mi parecer, esta pobreza interior es la que hace que el hombre actual quiera ignorar unas realidades existentes y quiera vivir como si estas no "fueran". "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?". Pienso que esta pregunta se la deberían hacer muchas personas... todos aquellos que se creen ateos, agnósticos... cuál será su sorpresa al final de sus días al encontrarse con ese "misterio"-"casualidad" que quieren ignorar ahora y en cambio lo sustituyen por "éxito, dinero, seducción, poder". A mi parecer podríamos llamarle a esta forma de pensar "ignorancia". Ignorancia porque no hace tan sólo 2000 años que el hombre sabe que hay un más allá, sino desde su creación. Esta" idea", misterio, es inherente al hombre. Susana Tamaro lo descubre desde jovencita y ésta es la idea resumen que nos quiere transmitir.

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En este libro, que consta de un par de conferencias en Riminí y Roma, la conocida escritora italiana nos habla abiertamente de su infanci, sus miedos y firmezas.Y es que, como afirm Susana Tamaro, es a través de las pequeñas cosas como uno se da cuenta de la existencia de Aquel que lo creó todo. Con respecto a esto, una frase queme ha llamado la atención es: "La indiferencia es una de las grandes vías que conducen a la destrucción".
Así, quien se queda encerrado en uno mismo y no se abre nuevos horizontes hacia la verdad, acaba agarrándose a todo aquello que momentáneamente proporcionan ilusión:
exito, dinero, poder... y tantas otras cosas que, desgraciadamente, hoy en día, parecen ser el fin de muchos.
Además afirma que quien no empieza por aceptar sus propias flaquezas y debilidades, es incapaz de alcanzar la libertad y con ella, la posibilidad de amar.
Pero me gustaría también destacar una frase que, al igual que muchas, me ha dado que pensar: "Perdonando, se es perdonado. Muriendo, se resucita a la verdadera vida".
Personalmente, han sido los momentos de silencio y reflexión a los que me ha llevado este libro lo que más me ha gustado de leerlo.
Encuentro que, hoy en día, son muy pocos los momentos en los que nos paramos a pensar sobre temas que realmente merecen la pena, y, en este libro, he encontrado muchos motivos para hacerlo.

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A lo largo del libro la autora nos cuenta cómo ella durante su vida había sentido algo que no sabía explicar. Una mezcla de vacío, miedo y necesidad de conocer aquello que la intranquilizaba. Se había dado cuenta que la vida era más que la simple rutina del día a día, y que sólo podía tener sentido si llegaba a conocer a Dios, que la estaba llamando pero que antes no había puesto demasiado interés en conocer sobre Él.
Los hombres tendemos a fijarnos en cosas grandes, queremos llegar siempre a más, pero donde realmente está la belleza y el valor de la vida es en la perfección de las cosas pequeñas.
Cuando una persona no comprende su vida, no puede comprender el significado de la muerte, por lo que uno vive atemorizado. Pero no se puede comprender la vida, si no se entiende el sentido de la existencia, para entender este sentido hay que llegar y conocer a Dios.

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Este libro empieza con el relato de la historia infantil de Susana Tamaro, contándonos sus temores desde pequeña, que sobre todo estaba obsesionada por la muerte, no podía ser feliz pensándolo a todas horas. Sintiendo un gran vacío en su vida.
Poco a poco va a creciendo y deja de dar tanta importancia a la muerte, buscando la belleza de las cosas y quería buscar el verdadero sentido de la vida. Quiso buscar respuestas a su existencia, pero todas esas dudas fueron resueltas por Dios.
Este libro me ha enseñado lo importante que es buscar el sentido de la vida, empezando ya desde nuestra infancia. Vivimos en un mundo de sorpresas y misterios que tenemos que descubrir a y asumir cada día. Nos hace descubrir la importancia de la espiritualidad y poder entender de alguna manera el sentido de nuestra existencia, porque si no vivirá con temor a la muerte.

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Este libro de Suso me ha gustado mucho. Estoy de acuerdo con ella con que el misterio genera asombro, y muchas veces asombra más el misterio maligno. Me llama la atención ver que tiene las ideas muy claras. En general el libro invita a una reflexión, aunque sea pequeña, de la propia vida.

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"Los primeros recuerdos de mi infancia no son recuerdos de acontecimientos o rostros, sino más bien de un vacío". Así comienza Susana Tamaro su libro "Lo misterioso y lo desconocido",un libro en el que describe sinceramente sus experiencias reales, mostrándose tal y como es, opinando y enfrentándose al mundo.
Nos hace pensar, reflexionar, buscar la verdad partiendo de nuestra infancia; nos hace descubrir la importancia de la espiritualidad, la cual nos invita a aceptar la vida tanto como la muerte; nos hace sentir confusión ( la que a ella le hizo percibir la fuerza del Espíritu Santo, que le abrió los ojos ante la vida y ante ella misma, puesto que todos poseemos "una luz de amor", todos tenemos algo que da sentido a nuestras vidas).
Debemos reflexionar acerca del "sentido de nuestras vidas", acerca de lo que el mundo nos ofrece, lo que nos depara, puesto que la vida está llena de sorpresas, de misterios, de cosas que debemos apreciar, que debemos intentar descubrir, asumir.

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Este libro me parece una clara realidad de esta vida que vivimos, ya que como ella dice "lo desconocido genera miedo, el misterio genera asombro" Si estas palabras las llevamos a nuestra propia vida nos damos cuenta que se hacen realidad. Cuando no conocemos ni a las personas, ni al mundo que nos rodea, e incluso a lo más profundo de la vida, Dios no da miedo y terror conocerlo ya que nunca nos atrevemos a descubrirlo por el qué pasara cuando lo conozcamos. Pero si a todo esto le planteamos cara nos damos cuenta, de lo que le ocurrió a Susana Tamaro; que la vida debe estar regida por la admiración , no solo de las cosas grandes y sorprendentes sino de lo mas pequeño que nos muestra .
Sin embargo, cuando descubrimos esa realidad nos sorprendemos de lo que hay dentro de ella, ya que perdimos un tiempo de nuestra vida. Por lo que todo aquello que descubramos será un misterio para nosotros y, como dice la autora, nos generará asombro y nos originará una incesante búsqueda hacia todo aquello que antes no hemos descubierto e incluso un despertar hacia nuestra vida, ya que nuestra vida estará llena de asombros y de misterios aun no conocidos.

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En este breve libro encontramos dos partes diferentes pero que, entre ellas existe una relación que el propio lector tiene que elaborar.
La primera parte es el discurso pronunciado por Susana Tamaro el 26 de agosto de 1999 en el encuentro de Rímini, convocado en torno al tema "Lo desconocido genera miedo, el misterio genera asombro". En esta parte del libro la autora hace un análisis sencillo pero profundo de aspectos trascendentales que en la sociedad actual tal vez han sido desvirtuados: el sentido de la muerte, el sentido del misterio, la importancia de tener un camino y un proyecto existencial para la realización plena de la vida humana, etc.
El segundo texto, recoge la intervención de la escritora en la basílica romana de San Juan de Letrán para la celebración del Año santo. El encuentro se celebró alrededor del tema "Justicia y perdón". En esta parte la autora aborda un itinerario que hace que la persona reconozca la profundidad de lo que es, siendo con ello capaz de abrirse a una actitud de misericordia y de perdón para con uno mismo y para con los demás. El discurso se encuadra dentro de una visión de la vida cristiana, haciendo alusión para ello a la parábola del Hijo Pródigo.
En esta segunda parte aparece, a modo de entrevista, una declaración de la autora de lo que ella entiende que es la literatura, explicando lo que ella intenta transmitir por medio de sus obras. Es bonito observar el rumbo que ha tenido la vida de la autora. Esta visión permite entender con mayor profundidad las novelas de Susana Tamaro.
Creo que este sencillo libro es asequible para cualquier persona. Está bien escrito y aunque pueda parecer un libro muy espiritual no hace más que una reflexión escrita de temas que toda persona se cuestiona a lo largo de su vida. En él se vislumbra un respeto hacia otras visiones de la vida y una apertura de pensamiento anclada en una búsqueda hacia la verdad y en un deseo de libertad, libertad orientada por aquello que son las verdades fundamentales de la vida del hombre.
Este libro permite una reflexión personal y es una invitación a pensar sobre los temas que en él expone la autora.