Esto, lamentablemente, se ve poco. Los jóvenes no tienen interés por el amor. Por eso me parece que hasta la absurda frase de “hemos hecho el amor” se utiliza menos, porque hablar de amor es una cursilada que no se lleva. “No le conozco de nada… solo nos hemos acostado”. Cuando lo que está presente entre los jóvenes hasta al menos los 30 años es un juego con el cuerpo, quiere decir que la educación recibida ha sido poco acertada, o que llevan mucho tiempo inmersos en el egoísmo de la adolescencia.