La sombra del viento

La acción comienza en 1945 cuando, a sus diez años, Daniel Sempere es llevado por su padre, un librero viudo, al Cementerio de los Libros Olvidados. Allí escoge un título, La sombra del viento, escrito por Julián Carax, un autor barcelonés misteriosamente desaparecido unos años antes. En torno a ese extraño libro, del que queda un único ejemplar, empiezan a suceder múltiples enredos que se prolongan a lo largo de varios años. Con habilidad, Ruiz Zafón controla las múltiples derivaciones y paralelismos de la historia sin desorientar al lector. Destaca también su facilidad para componer réplicas y comentarios dignos de las mejores novelas populares, algunas veces a costa de repeticiones y del uso de lugares comunes.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2001 Planeta
320
Valoración CDL
2
Valoración Socios
2.428572
Average: 2.4 (21 votes)
Interpretación
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21 valoraciones

Género: 

Comentarios

Imagen de mgarregui

Libro cautivador donde los haya. Según alguno, yo debo ser "público medio sin más pretensiones", porque me parece un muy buen libro: la narrativa es muy buena, el autor domina el lenguaje castellano como un maestro, la descripción de la Barcelona de posguerra es brillante, los personajes están soberbiamente construidos; hay quien dice que es un cuento, que es todo fantasía; sí, es lo que denomina ficción, fantasía, misterio, ámbitos vedados para personas sin imaginación que no despegan los pies de la acera que pisan ni en avión. Me parece un buen libro para los tiempos que corren, en que la gente necesita alas para volar; y un buen libro para iniciar en la lectura a personas que dicen "no les gusta leer".
Es un libro que dice verdades como puños: "no hay lenguas muertas, sino cerebros aletargados", "lo que hace falta en el mundo es más gente mala de verdad y menos cazurros limítrofes", "lo difícil no es ganar dinero sin más. Lo difícil es ganarlo haciendo algo a lo que valga la pena dedicar la vida", "Dios nos da la vida, pero el casero del mundo es el demonio." A lo largo del libro, de las aventuras que corren sus protagonistas, los personajes van desentrañando a la vez los entresijos de la vida: el envejecer de un padre, el cariño por su hijo, la importancia de la sinceridad, la importancia de la valentía, el trabajo abnegado y silencioso de toda una vida, el hacer el bien siempre y a todos... es un libro que lo tiene todo. Cuando lo lei pensé que no me iba a gustar porque "todo el mundo lo ha leído ya, pufff". Pues bien, me equivoqué. Un aplauso a Ruiz Zafón. Ya estoy impaciente por leer la segunda parte.

Imagen de Cristóbal

No se que le parecerá a otros lectores, pero cuando leí esta novela me pareció estar leyendo a Juan Marsé o a Eduardo Mendoza, que también ambientan sus novelas en la Barcelona de posguerra. La verdad es que me decepcionó bastante su lectura.

Imagen de JOL

El autor es un profesional de la literatura capaz dediseñar una obra para llegar al público medio sin más pretensiones. Está bien escrita, tiene tensión narrativa, una ciutat como Barcelona, unas dosis de sexo, le época del franquismo, un malo muy malo, unos enamorados de ayer y de hoy, etc. Son los ingredientes oportunos y quizá oportunistas para cocinar un best seller. Y mejor si se lleva a la pantalla después.

Pero esto tieene sus pegas importantes: 1. Le falta unidad y le sobran muchas páginas. 2. Introduce narraciones colaterales que no acaban nunca aunque rompen la unidad y la armonía. 3. Se le dispara el alma de poeta y cae en frecuentes gongorismos bastante pedantes, como diciendo: si lo podemos complicar ¿por qué hacerlo sencillo? 4. Es patente su aversión a todo lo católico, la cristofobia al uso de algunos, pues no pierde ocasión de atacarlo y presentar personajes de cartón piedra, caricaturas muy lejos de la realidad. Con la misma fobia el lector podría presentar escritores verdaderamente siniestros, imbéciles y aborrecibles. 5. Por supuesto el franquismo es el conjunto de males sin mezcla de bien alguno. No se lo recomendaría a mis amigos.

Imagen de almudena

No podía dejar de leer el libro más vendido de los últimos tiempos, aunque sólo fuera para no escuchar otra vez: " ¡Ah! ¿Pero tú no...?". Tal vez cometí el error de leerlo seguido de un libro de Zagajewski y otro de Thomas Mann. Me pareció comenzar a leer un cuento para niños, pero sin príncipes, ni brujas, ni...historia. Parecía una serie de "eruditas" descripciones. Muchos adjetivos complejos y enrevesados, y pocos sustantivos con entidad. Y aquí no vale echarle la culpa a la traducción. Después de leer: "sus pupilas palpaban..", "los baños...con que adobaba su pantagruélica persona", "la luz de las farolas congelaba...". He de reconocer que no pude seguir.

Imagen de aita

Resulta sorprendente el elevado número de ventas de este libro. Verdaderamente su interpretación de la Barcelona de la posguerrra está completamente manipulada; resulta sórdida, bastante amoral. La trama del libro: el almacén, con toques de ficción, es poco creíble. Está montada en el aire.

Imagen de acabrero

En esta novela de Ruiz Zafón se comprueba, de entrada, una cosa: lo que ha escrito hasta ahora son cuentos para niños. En esta ocasión estamos ante un gran cuento –casi nada tiene visos de realidad- dirigido a adultos o, mejor dicho, a adolescentes. Como hay mucha gente que lo que lee es literatura fácil, este libro, aun siendo voluminoso, es apropiado para una gama amplia del público hispánico, que se llena la cabeza de intriga, misterio y sexo.
Es un libro que se lee fácilmente. Bien escrito, ágil, con una rica literatura, a veces un tanto barroca para el tema que trata, resulta ameno y en ningún momento decae la acción, por lo que, al final, es de los libros que el lector tiende a aconsejar.
A no ser que uno tenga una mínima preocupación por los valores que se encierran. Considero que es un libro nefasto en cuanto al fondo que pueda quedar en cualquier lector poco atento o poco formado. El argumento está bien trabado en cuanto al suspense, pero no tiene fundamento ninguno, ni en los personajes, que no tienen entidad psicológica cierta, ni en cuanto al desarrollo mismo del tema. Sí tiene, en cambio, dos apoyos argumentativos para mantener al lector atento durante tantas páginas. Un anticlericalismo rabioso y una sensualidad que precipita constantemente en sexualidad absurda.
Bastan estos descubrimientos para comprobar que el autor no tiene consistencia para escribir un libro de esta entidad. No tiene ni calidad para dibujar personas, ni categoría literaria suficiente como para vender un libro sin morbo. O quizá sí la tiene pero sabe que hoy, en España, para vender a lo loco, para consagrarse –pobre consagración esta- hacen falta estos factores.
Si no es para echar guindilla, no tiene ningún sentido los constantes ataques a los sacerdotes, monjas, religiosos, y todo lo que huela a iglesia o a trascendencia. Teniendo en cuenta el argumento, todas esas alusiones se las podría haber ahorrado, sin merma alguna para el desarrollo de la novela. ¿Es que Ruiz Zafón es un anticlerical obsesivo o simplemente le han dicho sus asesores de marketing que meta caña? En cualquiera de los dos casos da pena encontrar con un autor con tan poca personalidad –él sabe perfectamente que es pura falacia-.
Lo mismo podríamos decir respecto al segundo apoyo argumental. ¿Es este novelista un maníaco sexual o simplemente le han dicho que sino no vende? Casi todos sabemos como se fabrican los "best seller" así que ya no nos sorprendemos de casi nada. Durante todo el libro se describe, con la máxima naturalidad, cómo un joven, al poco tiempo de conocer a una chica, se acuesta con ella. Esto lo hace Julián con Penélope –aunque en este caso hay más tiempo de relación previa-, Clara con el profesor de música, Daniel con Bea, Julián con Nuria... sin pararnos en los otros casos de personajes que se dedican a seducir a mujeres en general o a la prostitución. Este es el panorama. ¿Se pretende hacer entender a los jóvenes que eso es lo más normal del mundo, que siempre ha sido así, etc.?
Resumiendo, recomendar este libro a gente joven –que es público natural de estos folletines- o a gente sin formación, me parece una irresponsabilidad seria. Recomendárselo a una persona con un mínimo de formación o, ya no digamos, a un amigo de la buena literatura, es hacerle una gran faena, porque en el fondo esta novela no vale un pimiento. Si lo que necesitas es intriga, lee a Harry Potter por el mismo precio. Si quieres literatura medianamente buena, tienes miles de títulos mejor que este.

Imagen de Germán

Creo que no tiene ningún inconveniente para una persona con formación. Se ve que el autor tiene alguna fijación, yo diría que poco conocimiento sobre la situación social y, sobre todo, religiosa del momento, y que se deja llevar por los planteamientos anticlericales presentes en un sector concreto de la postguerra. Sabiendo que muchos autores tienen el prurito de cargar la mano en esos temas, de un modo injusto, tampoco vamos a sorprendernos de casi nada en este libro, que por otra parte está bien escrito y mantiene la intriga hasta el último momento. Creo que, efectivamente, no se lo recomendaría a gente con poca formación.

Imagen de Porto

No soy capaz de recomendar abiertamente la novela por todo lo que dice la reseña de CDL: pienso que todo eso es verdad y que quizá es ya bastante como para no recomendarla, no para desprestigiarla. Sin embargo, me parece que el argumento es original, lo que es ya un valor; algunos personajes, aunque raros (Fermín) son agradables y entrañables, muy de la España de siempre, y si es cierto que hay un fondo claro de anticlericalismo más implícito que otra cosa, hay también un trasfondo de virtudes en muchas actuaciones de los personajes. Por todas estas razones no me atrevo ni quiero tirarla por tierra y destrozarla como hace esa reseña. Creo que está bien construída, que empalma con la novela del XIX español (aunque al estilo del siglo XXI), que sabe mantener el ritmo y la atención del lector. ¿Qué le puedo achacar solo desde el punto literario? que quizá se detiene demasiado en cosas sin importancia o en detalles de personajes, que si las quitara aclararía el relato, pero a la vez esas pequeñas historias dentro de la historia también tienen su importancia. ¿Cómo me gustaría que fuera? Quizá sin un inspector Fumero como el plantea, sin blasfemias, sin confusión en algunos personajes entre el bien y el mal.

Imagen de cdl

En todas las andanzas del joven Daniel Sempere, acompañado de un viejo consejero locuaz y experto en artes amatorias, el lector encontrará, sin embargo, algunas escenas de marcado carácter anticlerical y otras de contundente carga erótica. Y muchos personajes están deliberadamente utilizados para provocar una superada, pero manida, ambientación de la España de posguerra: padres rígidos que maltratan a sus mujeres mientras cuelgan crucifijos por todos los lados, policías infernales que golpean y torturan a bondadosos homosexuales, prostitutas compasivas que acogen a un pianista que no tiene dónde caerse muerto, abuelos lujuriosos que sólo sueñan con tener alguna oportunidad antes de morirse... Esta sobrecarga ambiental, innecesaria y sórdida, hace que por momentos la novela se empantane con tanto tópico. Luis Daniel González.

Imagen de Odradek

La sombra del viento es el título de un libro del esquivo autor catalán Julian Carax que el narrador encuentra cuando su padre le lleva a conocer un maravilloso y mítico lugar conocido como "El cementerio de los libros olvidados". De este punto en adelante, el niño, y luego el adolescente y el adulto manifestarán una singular obsesión por el equívoco y perdedor Carax; misma que se refuerza cuando una serie de macabros personajes hacen su aparición en la historia.

Novela de aventuras con tintes misteriosos, La sombra del viento nos lleva a seguir la vida de Daniel Sampere, hijo de un librero barcelonés de la posguerra civil, en una especie de historia de formación, que quiere a la vez englobar varios géneros: misterio, romance, historia de fantasmas, thriller político, teoría de conspiración, etc.

Ruiz Zafón tiene verdadero talento en ir seduciendo al lector. Su prosa es entretenida y trasparenta una influencia clara de Eduardo Mendoza (en su veta cómica), de Arturo Pérez Reverte (y su especulación "culta"), pero sobre todo un ansia inútil por pertenecer a la tradición insuperable de Dickens y Poe.

Su punto débil radica en algunos personajes que se comportan como sendas marionetas a la disposición más conveniente de la trama. La longitud y ambición de la novela lo llevan a introducir otros cada tantas páginas, cuya aparición se siente a veces como sacada de la manga.

Como buena novela de intriga nada se revela hasta el final, pero el ansia de Ruiz Zafón por ir describiendo con lujo de detalles cada elemento de la historia, a veces vuelve la lectura un tanto cansina, llena de repetidos escenarios cinematográficos de bruma, niebla, relámpagos, figuras oscuras, etc.

Quizá sus mejores momentos sean los diálogos del joven Sampere con el extraño Fermín, llenos de un humor desparpajado y picaresco que le sacarán al lector más de una carcajada.

Aunque es conveniente desconfiar de las recomendaciones que la mencionan como un descubrimiento literario de primer orden, debe quedar claro que La sombra del viento es una novela interesante, muy legible, y con un alto valor de entretenimiento. Es en este reglón dónde el lector encuentra su mayor recompensa y la novela su sitio en la narrativa contemporánea.