Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios

La familia y el cristianismo son las dos instituciones que han configurado nuestra civilización. Ambas han experimentado un retroceso en las últimas décadas, de consecuencias imprevisibles en nuestro mapa cultural y social.

¿Cómo se ha producido este fenómeno? La opinión más convencional defiende que primero se produjo un retroceso religioso -Dios, si existe, ya no parece ser tan necesario-, seguido de un declive de la familia. Pero la autora demuestra que el proceso ha sido el inverso. ¿Qué consecuencias tiene eso en Occidente? ¿cabe pensar en un regreso a la creencia en el mundo que viviremos?

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2014 * Edición electrónica Rialp
304
978-84-321-4426
  • Encuadernación: Rústica
  • Colección: Historia
  • Idioma: Español
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (3 votes)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

3 valoraciones

3
3
3
Género: 

Comentarios

Imagen de aita

Un interesante trabajo para conocer las raíces de la descrisrianizacion se Europa.

"Es importante, antes de nada, clarificar que secularización es un término distinto de secularismo, pues una cosa sería la distinción entre los ámbitos del mundo o las esferas de actuación de la Iglesia y del Estado y otra serían los fenómenos de reequilibrio, de predominio de la lectura de la vida con la perspectiva de la existencia o no de Dios y de las diversas variaciones..." Leer artículo >>

Imagen de Coré

Me parece un análisis  lúcido que da en el clavo sobre una de las principales causas de la secularización del mundo occidental y, por tanto, también del camino para que la "sinfonía de Dios", como ella llama a la fe, pueda llegar de nuevo al primer mundo: la recuperación del tesoro de la familia natural.

Imagen de reyes

Pocos libros dejan huella o merecen ser conservados en formato de papel, y este es uno de esos que hay que tener en papel. A pesar de haberlo leído digital lo he comprado para conservarlo en mi biblioteca.

Al comienzo, y hasta llegar casi a la mitad, me parecía un tanto pesimista, pues depende de las vivencias y del trato con quienes nos rodean o lo que leemos en las redes sociales, pero sobretodo de cómo vivamos. Esperamos que nos vaya dando esperanza, ánimo, todo depende de con qué mentalidad se lea. Y sinceramente, a pesar de la cruda realidad que nos muestra su muy documentada autora, me ha gustado muchisimo. Da esperanza, que (y este es mi punto de vista) remueve la conciencia, invita a luchar por restablecer el orden de lo que es la naturaleza tal como Dios la creó, es decir, la familia dentro del matrimonio natural hombre-mujer, y animar a su apertura a la vida, a aceptar los hijos que Dios nos dé, con sensatez y sentido común, lo que significa excluir el egocentrismo y el hedonismo, adaptándonos solo al normal funcionamiento de la naturaleza, ayudados con consejos de tal vez un director espiritual o de personas católicas rectamente formadas e informadas, pero sin dejar de lado nuestro propio razonamiento.

Es un libro para consultar y transmitir lo que nos enseña, que es mucho y muy bueno, importante para quienes luchamos a diario por la Familia y la Vida es un pilar de donde sacar ideas para llevar a la práctica.

 

Imagen de acabrero

"Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios" es uno de los libros más interesantes que he leído últimamente. Trabajo riguroso, pues la autora ha consultado la bibliografía más destacada sobre las cuestiones que trata, aporta numerosos datos así como los resultados de otras investigaciones, para luego exponer su sugerente tesis que podría resumirse en que la fe y la familia son como dos hélices que se necesitan mutuamente para volar y si falla una afecta a la otra, pero aquí hace hincapié en algo que no se ha tenido siempre en cuenta: el papel decisivo de la familia natural tanto para el futuro del cristianismo como de la humanidad. Libro valiente, que muestra la situación dramática en que nos encontramos, pero no pesimista, pues también muestra algunos síntomas esperanzadores. Vale la pena leerlo. Está bien escrito y atrapa al lector por el interés de lo que cuenta y por el modo de hacerlo.  leer artículo...