Otra vuelta de tuerca

Cuando la nueva institutriz llegó a la hermosa mansión de Bly para hacerse cargo de los pequeños Miles y Flora, creyó haber traspasado el umbral del mundo de los cuentos de hadas. Pero, poco a poco, la joven comprendió que el viejo caserón y sus dulces e inocentes habitantes guardaban demasiados secretos como para poder confiar en su plácida apariencia. En este relato, Henry James conduce al lector a través de oscuros indicios e inconfesables miedos para acabar situándole frente al lado más siniestro de la condición humana.
 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2000 Alianza
185
2013 Alianza
200
978-84-206-767
2016 Meracovia
160
978-84-945087-4
Valoración CDL
4
Valoración Socios
3.6
Average: 3.6 (10 votes)
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Género: 

Comentarios

Imagen de Ran

Excelente novela desarrollada con una narrativa diáfana y un léxico cuidado; se la podría catalogar como novela gótica por su argumento; si bien al hilo de la narración presenta la acción de una manera transparente, con un toque de suspense, que mantiene la atención del lector.

Hay que destacar también, el incisivo y fino estilete con el que penetra el espíritu de los personajes dándoles carácter y profundidad psicológica, configurando cada escena como un espejo donde los protagonistas se reflejan como personas reales, sin menoscabo de que el cuadro donde se desenvuelve la acción se presente como extranatural y de difícil apreciación como real.

Así pues, se trata de una novela magistral, breve, que se lee de una sentada sin que defraude, y que arrebata la atención del lector desde su comienzo.

Imagen de cdl

La obra es un prodigio de construcción e inteligencia, con una incesante progresión en el clima de horror, y constituye una trampa de la que ningún lector puede escapar, ya que James hace entrar en juego a fantasmas reales; pero quien se niegue a admitirlos como reales se adentrará en horrores todavía mayores, porque tendrá que admitir a otros fantasmas mil veces más terribles que pueblan ciertos infiernos inimaginables que acechan en nuestro espíritu.