Un circo pasa

«Al llegar a la Place du Châtelet insistió en coger el metro. Era hora punta. Estábamos apretujados contra la puerta. En cada parada, los que bajaban nos sacaban a empujones al andén. Luego, volvíamos al vagón con los nuevos viajeros. Ella apoyaba la cabeza contra mi hombro y me dijo sonriendo que “nadie podría encontrarnos entre aquella multitud”. En Gare-du-Nord nos vimos arrastrados por el aluvión de pasajeros que afluía hacia los trenes de cercanías. Cruzamos el hall de la estación. En la sala de consignas automáticas abrió una taquilla y sacó una maleta de cuero negro. Le cogí la maleta, bastante pesada por cierto. Pensé que debía contener algo más que ropa.»

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2013 Narrativa Cabaret Voltaire
173
9788494035333
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Imagen de Azafrán

En esta novela corta, el alter ego del autor nos cuenta su propia vida a la edad de 18 años, que por entonces (1963) significaba minoría de edad en Francia.

Patrick, o su alter ego, Jean, abandonado por sus padres a su propia suerte –su madre estaba de gira y su padre se había ido a Suiza- es entrevistado por la policía. En el interrogatorio también aparece otra chica, Gisèle. A partir de ahí surge una amistad repentina pues ya no se separan en la novela. Gisèle se va esa misma noche a dormir al piso que ocupa Jean. Patrick Modiano elegi este mismo nombre para su alger ego en otras novelas como en La hierba de la noche.

El apartamento en el que vive Jean, lo había alquilado su padre y en el habitaba también Grabley, un hombre de edad madura, encargado de hacer desaparecer documentación de los negocios anteriores del padre de Jean.

Como en otras novelas de Modiano, Jean y Gisèle se desplazan por las calles de París en un coche que unos amigos de Gisèle le prestan para ir a recoger sus cosas (un abrigo de pieles y un perro) que tenía en diferentes pisos de la ciudad. También, como en otras novelas, Patrick Modiano intenta descubrir la identidad de alguien: Jean quiere descubrir la identidad de Gisèle, a quien acaba de conocer, pero no quiere mostrarse impaciente con ella pues le gusta y teme perderla. Jean no tiene raíces y necesita imperiosamente el cariño de alguien, no importa que ese alguien sea una persona casada, que haya pasado por la cárcel y que tenga amigos muy extraños.

En efecto, los amigos de Gisèle son mucho mayores que ella, parecen disponer de dinero en grandes cantidades, les dan dinero por encargos muy extraños de los que pudo seguirse la desaparición de una tercera persona…

Patrick Modiano toma como personajes de sus novelas, a personas que viven en el linde de la legalidad, de vidas y domicilios inestables, que desaparecen para huir de la justicia.

Su alter ego, Jean, es un joven amante de la literatura e inocente que intenta sobrevivir mientras escribe su novela.

Jean ayuda a Gisèle aún sabiendo que ese no es su nombre y desea salir de Paris y viajar con ella a Roma, donde Dell’Aversano, el anticuario a quien le vende los muebles de su casa, le ha buscado un domicilio y un trabajo.

Pero Patrick es un escritor de París. Y debe permanecer en París. Así el lector puede intuir el final de Gisèle.

El hecho de que Gisèle sea una mujer casada, mayor que Jean y que se vaya a vivir con él, muestra al lector una situación que los propios personajes de la novela consideran poco legal. Por ejemplo el portero de una pensión donde pasan la noche antes de partir para Roma. Sin embargo, el portero está dispuesto a permitirlo aceptando un soborno.