Apología de Sócrates (Platón)

Platón pone en boca de su maestro Sócrates la defensa que hizo de sí mismo ante los jueces encargados de resolver sobre las denuncias que los enemigos de Sócrates habían presentado contra él.

 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1981 Gredos
148

Es el primero de los editados en "Diálogos I"

2006 Espasa-Calpe
304
2014 Gredos
112
978-84-249-2837-7
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Imagen de nitavidal

Sorprende ver, en el siglo V antes de Cristo, como este personaje histórico busca la verdad hasta la muerte. La coherencia de sus palabras y la fuerza de su conciencia. Él, que se hace sabio precisamente por saberse ignorante y diminuto, descubre a quienes se tienen por los más sabios que ellos no son diferentes, y es la soberbia de estos hombres la que le lleva a juicio y ,finalmente, a la muerte. 

Me fascina ver cómo en su defensa no duda ni un momento sobre qué es lo que debe hacer, y cómo defiende lo que cree sin contradecirse ni doblegarse ante el miedo o la presión. 

Esta apología me lleva a pensar cómo a lo largo de la historia las personas que revelan la verdad, aunque duela (y precisamente por esto), son incomprendidas, marginadas, y en muchos casos...asesinadas. ¿Qué hay en algunos hombres que se retuerce de tal forma ante la idea de la verdad?, ¿Qué es lo que en cada uno de nosotros se niega a aceptar, tantas veces, lo que somos en realidad? El ejemplo de Sócrtes y de muchas otras personas que vivido fieles a su conciencia y, que en primer lugar se han cuidado de no distorsionarla, viene a nuestras vidas como un soplo de aire puro que nos anima a seguirles. 

 

 

Imagen de acabrero

La imagen perfectamente definida del hombre justo, presente en la revelación del Antiguo Testamento y de modo admirable en la vida de Sócrates. Un hombre que no solo vive para hacer el bien, en la búsqueda constante de la verdad y de la sabiduría, sino que ante todo le ocupa azuzar a sus conciudadanos de Atenas para sacarles del error, para llevarles hacia el bien.  Solo poco más de un siglo antes ha vivido en Jerusalén –estamos siempre en las orillas del Mare nostrum- un personaje similar, un profeta santo: Jeremías, toda una vida dedicada nada más que a advertir a sus congéneres de que se habían olvidado de Dios. Es muy interesante el paralelismo de estos dos personajes que no piensan en sí mismos y se desviven por los demás, y por eso son condenados a muerte. Esto es lo que reluce en estas dos apologías escritas por quienes conocieron muy bien a Sócrates, y que merecen ser leídas despacio y releídas.  Leer artículo...

Imagen de Artemi

Me leí "La apología de Sócrates" (Ediciones de la Fundación de Cultura Andaluza, Sevilla 2007) tan bien editada y tan bien traducida por Luis Arenal y Rafael Fernández, por motivos retóricos, formales, para estudiar la estructura del discurso y las figuras utilizadas por Platón en esta genial recreación del juicio de Sócrates. Sin embargo, según avanzaba mi lectura mis intereses fueron cambiando. Lo formal dejó de preocuparme y la nobleza del espíritu de ese sabio, su amor a la verdad, su entereza, coherencia y valentía ante la muerte injusta fue en lo que finalmente se fijó mi lectura. Total, que tendré que releerlo para estudiar lo retórico. En cualquier caso lo recomiendo especialmente a estas alturas de la humanidad, en que los nuevos sofistas, tan poco originales, quieren volver a poner al hombre como medida de todas las cosas. Las consecuencias las conocemos: este relativismo individualista tan detestable.