La novena hora

En una oscura tarde de invierno, en el Brooklyn de principios de siglo xx, un joven inmigrante irlandés que acaba de ser despedido convence a su mujer, que está a punto de dar a luz, para que salga a hacer la compra. Una vez solo en el apartamento, abre el gas y se suicida. La hermana St. Savior, una monja de un convento cercano, será quien ayude a Annie, la pobre viuda, a rehacer su vida. Annie trabajará durante muchos años como planchadora en la lavandería del convento. Su hija Sally, la verdadera protagonista de la historia, se cría entre pilas de ropa blanca y el siseo constante de la plancha, pero llegado el momento tendrá que elegir su propio camino en la vida. 

La novena hora es una preciosa novela sobre el perdón y el olvido, sobre cómo la solidaridad es una de las manifestaciones sentimentales más genuinamente humanas. En esta historia que recorre tres generaciones de un pequeño vecindario de Brooklyn, McDermott vuelve a demostrar que es una de las más notables escritoras norteamericanas en activo.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Libros del Asteroide
296
978-84-17007-40
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Imagen de Azafrán

La autora, Alice McDermott, centra su novela sobre el personaje de Sally. Comienza pocos meses antes de su nacimiento y termina con la siguiente generación. Toda una saga familiar de emigrantes irlandeses y católicos que viven en Brooklyin.

El padre de Sally se suicida y deja a Annie, la esposa, embarazada. Pero en el trasfondo de la novela, y como trabazón argumental figura una comunidad de hermanas, una de las muchas que socorrían a diario a las familias más necesitadas en una sociedad como la americana en que el estado no entendía de la ayuda a los más débiles, donde no existía la asistencia sanitaria gratuita.

Las comunidades de religiosas rezaban de noche y trabajaban de día curando a los enfermos, limpiando sus cuerpos, lavando sus ropas…, consolando sus almas…

Annie, viuda y embarazada, encontró trabajo en la lavandería del convento donde pudo cuidar de su hija durante muchos años. La autora nos relata la evolución de la niña y su paso a la madurez.

Annie y el señor Costello, un lechero que servía la leche en el convento, se enamoran, y viven su amor ocultamente porque el señor Costello cuidaba de su esposa enferma psíquica y física desde su boda.

Las monjas lo sabían. Pero ¿qué podían hacer? Rezar por ellos y ocultárselo a Sally. Pero Sally lo descubrió y sentía tanta pena por su madre que constreñida a vivir a escondidas una situación que podría hacerla feliz después de tantos años de soledad y trabajos para sacar adelante a su hija.

Para los católicos, una situación como la que estaban viviendo Annie y el Señor Costello, era impropia. Y Sally sabía que si su madre se moría no podría ir al Cielo.

Sor Jeanne, la monja que más protegía a Annie y a Sally, sufría y rezaba igualmente. Para sor Jeanne, la esposa del señor Costello había sido muy injusta con su marido pues desde el día de la boda se había negado a vivir la entrega en el matrimonio y su enfermedad era la excusa perfecta para tenerlo a su lado sin darle nada a cambio.

Llegados a este punto, el lector se plantea si no sería de justicia ayudar a morir a la anciana y enferma señora Costello, restituyendo el orden donde hay desorden, al igual que hacen tantas monjitas que curan y lavan y atienden y socorren a los que la justicia humana no ayuda ni socorre.

Sally también se lo plantea: ayudar a morir a la señora Costello sería sacar a su madre de esa situación vergonzosa y restituir el orden social.

Así que, Sally recoge de la lavandería del hotel donde ahora trabaja carburo sódico (un poderoso detergente) y se presenta en casa del señor Costello, como otras veces para acompañar a su esposa durante las horas que esta se quedaba sola. Y prepara un té y…

Pero sor Jeanne, su monja protectora que también estaba allí lavando a la anciana y administrándole medicamentos para un fuerte catarro, intuye las intenciones de Sally y toma la iniciativa.

Una novela que plantea el problema de la eutanasia, de la justicia social, del socorro a los más necesitados y de la obediencia a la ley de Dios siempre y en todas las circunstancias.

Imagen de José Ignacio Peláez Albendea

El ambiente de la novela transcurre en Brooklyn, entre católicos de procedencia irlandesa y escasos recursos, y gira en torno a la vida de la protagonista Sally, desde que nace, ya huérfana, por el suicidio de su padre (es el inicio de la novela); el otro gran eje de la novela es la labor abnegada y fiel de un convento de religiosas que atienden a todos los que necesitan su ayuda en el barrio. Estas dos líneas narrativas se entrelazan una y otra vez al filo de los avatares de las familias, enfermos atendidos por las buenas religiosas, la madre de Sally, Annie, y otras familias que aparecen y adquieren protagonismo. La información sobre la historia central es dosificada con acierto por la autora, que desvela en el momento oportuno nuevos datos, de manera que mantiene la tensión de la historia. Los personajes están muy logrados, son humanos y aparecen con sus grandezas y miserias.

La novela está muy bien escrita, con pasajes de gran belleza y delicadeza, a la vez que realismo que expresa la dureza de los trabajos, como p.e. los cuidados de las religiosas a los enfermos.

El ambiente es de personas que viven su fe cristiana; la autora conoce las implicaciones morales de la fe, es respetuosa con ellas y no justifica las conductas inmorales, aunque a veces parece que justifica algunas conductas muy injustas, que se realizan por compasión y amor.

Imagen de polvorista

La forma de narrar de la autora dibuja el tono de las novelas clásicas. De un modo sencillo y lento va introciendo al lector en una familia de Brooklin, a principios del siglo XX, en la que en marido aprovecha la salida de su mujer  embarazada a comprar para suicidarse tras perder el empleo. Toda la novela es la historia de la madre, acogida por un grupo de monjas que se dedican a las obras de caridad y sobre todo de su hija que se cría en el convento junto a las hermanas y la sala de plancha hasta que es mayor y tiene que decidir qué hacer con su vida. Las historias, los personajes y sobretodo la solidaridad y el cariño se reflejan con sencillez y hondura, en la que te encariñas con algunas hermanas y con la protagonista. Un final acorde y a la vez desconcertante.