El último romántico

«El último romántico. Con este título elocuente, tomado de los labios de san Josemaría, nos recuerda Mariano Fazio cómo el fundador del Opus Dei fue un apasionado defensor de la libertad, y cómo sus palabras y explicaciones gozan hoy de plena actualidad. (...) Al aplicarse este apelativo nostálgico, san Josemaría quería sobre todo interpelar a quienes le escuchaban, para despertar en ellos ese mismo amor a la libertad que llevaba en el corazón: «No me dejéis a mí como el último de los románticos. Este es el romanticismo cristiano: amar la libertad de los demás, con cariño» (Del prólogo de Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei).

Un ensayo sobre el amor a la libertad en la vida y escritos del Fundador del Opus Dei.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Ediciones Rialp
227
9788432149863

Subtítulo: San Josemaría en el siglo XXI.

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Presentación y síntesis de algunas enseñanzas de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. El libro se divide en cinco partes y un Apéndice. La primera de ellas se refiere al sentido de la vida humana que los creyentes llamamos vocación: ¿Qué quiere Dios para mi vida? ¿Para qué estoy en el mundo? No hay respuesta a estas preguntas sin oración personal.

La segunda se dirige a la espiritualidad o filiación divina. Para comprender el sentido de mi vida tengo que entender que soy hijo de Dios. Todo hombre, en cuanto criatura, es hijo de Dios. Así nos lo refiere el Génesis: "Y vio Dios todo lo que había hecho y era muy bueno" (Gen.1,31). Dios nos ha creado para la felicidad y el amor a través de un camino que sólo El conoce y que progresivamente nos dará a conocer a cada uno: "¿Puede una madre olvidarse de su hijo, no conmoverse por el fruto de sus entrañas? Pues aunque ella se olvide Yo no te olvidaré" (Is.49,15). "Filius meus es tu" (Salmo 2,7).

La tercera parte nos da a conocer el lugar del cristiano -ese hijo de Dios- en la Iglesia y en el mundo. Este punto (págs.93-111) incide en la originalidad del mensaje que Dios confió a san Josemaría: Que los hombres pueden santificarse -vivir como hijos de Dios- en medio del mundo; igual que lo hicieron los primeros cristianos, igual que Jesús, María y José. Esta doctrina sería corroborada por el Concilio Vaticano II (Lumen Gentium, capítulos IV y V) y está desarrollada en una homilía de san Josemaría Escrivá, pronunciada en 1967, que lleva por título "Amar al mundo apasionadamente" (Conversaciones con Mons. Josemaría Escrivá de Balaguer, Rialp, Madrid).

La cuarta parte se titula "La libertad don de Dios", y coincide en título y contenido con una homilía del Fundador del Opus Dei, pronunciada en 1956. Siguiendo a san Josemaría el autor distingue entre la libertad de elección (libertad ¿para qué?) y libertad como no sujección: el talento enterrado que se renuncia a invertir para no correr el riesgo de perderlo (cfr. Mt.25, 14-30): Siempre estará ahí, potencialmente útil, pero nunca llegará a serlo.

Sin libertad no se puede amar (pág.117) por lo mismo que la libertad y el amor son frutos del entendimiento (elección) y la voluntad (seguimiento). En este sentido san Josemaría hablaba de sí mismo como el último romántico, porque quería la libertad con responsabilidad personal; no como pura indeterminación, veleta que se orienta hacia los vientos de las modas culturales. El paso previo para el ejercicio de la libertad cristiana es la formación de la conciencia sobre lo que es bueno y es malo, lo que agrada a Dios o le desagrada, lo que sea egoísmo o, por el contrario, servicio.

En la quinta parte el autor va concretando algunos puntos en los que el cristiano puede ejercitar esa libertad para el bien que Dios le ha concedido. Mariano Fazio va tratando sobre el trabajo, la familia, el hogar, la educación de los hijos, la convivencia, los deberes ciudadanos, el respeto a la dignidad de todos los hombres y mujeres, amor a la patria versus nacionalismo, la preocupación por los más necesitados o el ejercicio de la amistad; siempre siguiendo las enseñanzas de san Josemaría y de los últimos Pontífices.

La densidad de este libro; lo apretado de sus enseñanzas; la evolución desde lo más amplio a lo más concreto o la importancia de sus bases teológicas hacen que no sea fácil de exprimir en una sola lectura. Es una obra didáctica que responde a las inquietudes que algunas personas pueden sentir. Primero está la pregunta honrada del sujeto sobre su vida ("los barruntos") y después la respuesta de Dios en la oración: la llamada.

El libro incluye una presentación o prologo de don Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, y un Apéndice. Este último reproduce una conferencia pronunciada por Joaquín Navarro-Valls, en 2003, en Granada (España). Lleva por título "El realismo humano de la santidad"; o con palabras más sencillas: Ser santo de acuerdo con las enseñanzas de san Josemaría Escrivá.

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Tomando pie de numerosos y escogidos textos de San Josemaría, el autor va dibujando la espiritualidad y mensaje del Opus Dei reflejando, a su vez que es enormemente actual. Prólogo de don Fernando Ocáriz, prelado de la Obra. 

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Un interesantísimo ensayo sobre el amor a la libertad en la vida y escritos de san Josemaría. Leer artículo >>