El monje que vendió su Ferrari

James Temple es un abogado de éxito, obsesionado con su trabajo. A los cincuenta y tres años es dueño de una casa lujosa, de una isla en el Caribe y de un Ferrari; pero ha fracasado en su matrimonio, no se habla con su padre y se siente cada vez más vacío. Un día sufre un infarto en el Tribunal. Temple vende todo lo que tiene -incluído el Ferrari- y desaparece durante tres años.

Pasado ese tiempo se presenta ante su amigo John. Ha estado en la India viviendo como un monje a fin de descubrir el sentido de su vida. Finalmente lo ha alcanzado y explica a John cuál es la técnica que proporciona una vida feliz y realizada.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2011 DeBolsillo-RandomHouse Mondadori
211
84-9908-712-2

Original de 1997.

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Existen muchos libros de Autoayuda que prometen una vida feliz al que siga sus consejos. "El monje que vendió su Ferrari" es un libro más de ese tipo. Su especialidad es que las enseñanzas están incluídas en un cuento, la fábula de James Temple y los Sabios de Sivana: unos monjes que viven en medio del Himalaya y que trasmitirán al americano su sabiduría.

El cuento es extraño (la India, el Himalaya, los monjes y su terminología) lo cual dificulta la comprensión, pero si extractamos sus enseñanzas éstas tienen sentido. Reduzcamos todos los pasos que utiliza el autor a tres conceptos:

A) Fuerza de voluntad. La voluntad proporciona libertad al que la tiene, en tanto que la debilidad nos hace desgraciados. Por ello conviene ejercitarla e imponernos autodisciplina con pequeños actos repetidos. El autor hace la siguiente afirmación: "La falta de fuerza de voluntad es una enfermedad... Si padeces esa debilidad procura ponerle solución cuanto antes" (pág.158).

B) Un sentido para la vida. A pesar de lo que podamos pensar y mucha gente nos diga, la vida de cada uno de nosotros tiene un sentido y nos conviene descubrirlo. Como dice Temple: "La felicidad se consigue gracias a la progresiva realización de un propósito digno" (pág.120). No hemos de trabajar porque nos obliguen las circunstancias, ni siquiera porque sea nuestro deber, sino porque deseamos alcanzar ese objetivo que da sentido a nuestra existencia.

C) Servir a los demás. El sentido de nuestra vida debe incluir el deseo de servir a los demás. No hay ninguna razón que justifique renunciar al dinero, al lujo o al placer, a nuestro tiempo y nuestras energías si no es para compartirlos con los demás. Como aconseja James a su amigo: "Para cultivar la santidad de cada día sirve a los demás de alguna manera" (pág.188); o también: "Medita cada mañana sobre el bien que vas a hacer a los demás durante la jornada" (pág.191) y pregúntate al final del día qué buenas obras has hecho y si has realizado algún acto de tipo altruísta.

La obra incluye muchos otros consejos más o menos razonables, tales como leer buenos libros, levantarse temprano, no comer demasiado, meditar o ponerse metas; no obstante la sistemática es algo confusa y no facilita al lector extraer sus propias conclusiones. El contexto de tipo oriental también resulta extraño y en cuanto al título qué vamos a decir: parece un poco ridículo. A pesar de lo anterior el editor afirma que se han vendido millones de ejemplares en todo el mundo.