El último sueño de Lord Scriven

Novela juvenil de detectives y de misterio, ambientada en Londres en 1906. La obra está narrada en primera persona por uno de los protagonistas, el joven periodista Christopher Carandini, que ha sido despedido de su trabajo a causa de sus atrevidas investigaciones en posibles sucesos delictivos. Sin dinero y sin ocupación, encuentra un anuncio en la prensa en el que se busca “secretario personal para vigilar los sueños”. De esta forma tan peculiar, conoce al detective Sr. Arjuna Banerjee, de origen hindú, descendiente de una familia de bramanes de los que ha heredado saberes antiguos, complejos, que escapan a la comprensión occidental y que le ayudan a desentrañar los casos más difíciles sobre robos, espionaje, cambios de identidad e, incluso, asesinatos. Así, el Sr. Banerjee muestra una técnica infalible para descubrir a los culpables al organizar la realidad a través de los sueños, observando en ellos los pequeños detalles: “Mis sueños devuelven su importancia a las cosas pequeñas” (p. 31). Solamente existe un problema: el sueño, el trance, no puede durar más de veintiséis minutos.

De esta forma, se une el destino de los dos protagonistas que constituyen una original pareja de detectives, semejante a la formada por otras conocidas parejas literarias como el célebre Sherlock Holmes y el doctor Watson, personajes antagónicos que se complementan. Aunque en la obra se mencionan otros casos, el más importante (y que da título a la novela) es la muerte de Lord Scriven, un noble millonario que se dedica a la fabricación y el  comercio de armas, especialmente diseñadas para el ejército británico. A raíz de su muerte o posible asesinato, se va generando toda una trama de espionaje industrial, mensajes cifrados, con personajes muy diversos (tanto del entorno familiar como del profesional del Lord) que se va complicando cada vez más de forma extraordinaria y bastante fantástica.

Con un estilo entretenido y numerosas llamadas de atención a los jóvenes lectores, el autor trata temas interesantes como la amistad, la confianza, el amor y la vida familiar. Sin embargo, como novela de crímenes y de misterio que es, conviene resaltar que el tono (al principio, divertido) se vuelve cada vez más sombrío y las escenas más escalofriantes; por tanto, la lectura es recomendable para jóvenes a partir de 14 años.