Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar

La autora divide el libro en diecisiete secuencias que nos van acercando a la figura de Cervantes, desde su nacimiento en Castilla hasta su muerte en Madrid, un 23 de abril de 1616. Fue éste el último homenaje que María Teresa, puesto ya el pie en el estribo de la pérdida de la memoria, dedica a Miguel, a nuestro Miguel, al soldado que nos enseñó a hablar. La primera edición la realizó la editorial Altalena, en 1978, actualmente desaparecida, se puede encontrar en algunas bibliotecas públicas y familiares. "... Cuando Miguel comienza a hablar el mar brama, los remos retumban, los infieles maldicen, los jefes exhortan, las bombardas truenan, los heridos piden misericordia y todo el tapiz de la Batalla de Lepanto vibra, se alza, se adorna y resplandece". Así nos dice María Teresa León en su biografía novelada "Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar"; una sugerente propuesta de lectura que con motivo del centenario del nacimiento de la autora (2003), y el IV Centenario de la edición de la primera parte de El Quijote (2005), la Universidad de Alcalá de Henares reeditó, con gran acierto, en el año 2004. El texto de María Teresa León tiene, pasajes de una gran plasticidad, como en el episodio donde cuenta el presidio de Cervantes en Argel, cuando regresaba a España: «Cuando llegaron las galeras al puerto, remadas por cautivos, los patrones tenían orden de tirar los remos al mar, pues cualquier descuido era aprovechado para huir de aquel infierno blanco. Sí, la ciudad era blanca, esbelta de minaretes, casas de azotea donde se alojaban los que vivían del trabajo de los cautivos.»