Cristina, hija de Lavrans

Ambientada en el siglo XIV noruego, Cristina, hija de Lavrans representa una época en la que el exceso, el pecado, el dolor, el amor y toda la gama de sentimientos y acciones humanas pueden ser comprendidos, juzgados y corregidos desde una estima grande y positiva hacia la humanidad real.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1997 Encuentro
1224
84-7490-864-0

Son tres tomos: 280 págs, 380 págs, 410 págs

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Me ha encantado. 

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Este comentario se refiere al primero de los tres tomos que tiene la obra, subtitulada La Corona.

Los temas de esta novela son principalmente la culpa y el pecado. Muy bien escrita y traducida, en tres capítulos, divididos en subcapítulos desarrolla toda una etapa de vida desde el nacimiento hasta la vida adulta de la protagonista. Es una etapa llena de color y luminosidad. Hay que leer esta obra con la mentalidad histórica de la época. Europa consolida el cristianismo con una inculturarión en aquellos paises donde llega. En este caso con retazos de paganismo, leyendas, historias fantásticas... Todo el ambiente de una medicia primaria, basada en hierbas y primeros conocimientos anatómicos...

La autora trata en ella de la vida: el dolor y el amor a veces se confunden. Centrada en Noruega en el siglo XIV, en una sociedad medieval con una estructura piramidal, desde el Monarca, los nobles y caballeros que le sirven y, a la vez, se sirven del pueblo a cambio de protegerles y ayudarles.

Los sentimientos de paternidad y filiación perduran a través de los avatares y desatinos de la actuación apasionada y alocada de la joven Cristina. Lavrans es un buen padre.

Cristina, una niña mimada, querida y valorada, débil de voluntad, y, por otra parte, con una personalidad fuerte. Hay incomprensión en la relación con su madre. Sus hermanas, más jóvenes, también influyen en su vida. Sobre todo Ulvhild, que por un accidente queda paralítica y discapacitada.

La historia misma de la protagonista, su descubrimiento al pasar del amor instintivo al ofrecimiento de sí misma es, de alguna manera, símbolo de un descubrimiento de alcance histórico general: que la religión católica (en la novela solo aparece el cristianismo) es la única alternativa verdadera a la ley de la violencia, sin censurar nada de la humanidad, la cultura y la situación social de la época.

Los sacerdotes son tratados con respeto, sin que esto impida que la autora haga alguna disquisición acerca del celibato de los sacerdotes (p. 88): " En las aldeas la gente encontraba absurdo que los sacerdotes tuvieran que vivir como frailes, poque de todos modos habían de emplear mujeres para la granja y también para los quehaceres domésticos" (...) " La gente recordaba también que no hacía mucho tiempo, en Noruega muchos sacerdotes se casaban. (...) "Y otros opinaban que estaba bien el que los sacerdotes no tuvieran ni mujer, ni hijos..."

Cristina crece en el mundo rural hasta que es llevada a Oslo, a un colegio de monjas, cuando tenía unos quince años. "...Para aprender a obedecer y servir" antes de encontrarse en la situación de gobernar y mandar (p. 102). Y alli le dan buenos consejos.

Creo que es una buena novela, con muchos personajes, bien descritos y con unas personalidades acusadas. La autora conoce bien el mundo femenino. Y da relevancia al despertar de la conciencia. Es una pena que, cuando la escribió, aún no conocía a fondo el tema de la Misericordia divina, cosa que descubriría unos años después, cuando tuvo lugar su propia conversión. Fue acogida en la Iglesia Católica en 1925 (la obra se escribió entre 1920 y 1922).

 

 

Imagen de mikolaj

Cristina hija de Lavrans
Sigrid Undset. Książka i Wiedza. Warszawa 1987

Saga noruega en el s. XII. La protagonista después de rechazar a Simon como pretendiente se lía y luego se casa con Erlend. Tiene 6 hijos varones, el último bautizado con el nombre de su abuelo: Lavrans. El relato es algo lento y femenino, pero profundamente cristiano y delicado. Es como una nueva love story, donde se refleja principalmente la personalidad de la mujer embarazada. Hay momentos de tensión y lirismo, pero el 80% del libro discurre con serenidad aburrida. Fue Nobel en 1928.

Imagen de Rubito

La autora, premio Nobel de Literatura en 1928 y conversa al catolicismo unos años antes de su conversión dedica casi toda su obra a reconstruir la historia de la Noruega medieval. En esta obra de la trilogía se pueden observar varias facetas : "la costumbrista" describiendo de forma atractiva el modo de vivir de la época, "la descriptiva geográfica" en lo que se refiere a montes, valles, inviernos, veranos, casas, nieves, etc que entretiene al lector si bien en algun momento la autota se extiende en exceso dejandose llevar por el amor a su tierra, y la tercera faceta, la mas importante, "la deccriptiva humana y social" donde el ambiente moral, el exceso, el pecado, el dolor, el amor estan apoyados en el cristianismo y todo ello con un sentido positivo pues la "moraleja" que la autora quiere transmitir desde su conversión es que el cristianismo católico constituye la única alternativa verdadera a la ley de la violencia y que las acciones humanas deben ser comprndidas y corregidas de forma positiva.
De ninguna manera puede interpretarse lo anterior en el sentido de que se trata de una " obra pía", mas bien al contrario ya que la vida y costumbres medievales que narra la autora estan lejos de serlo.
El personaje con mayor prestigio y nivel moral es el padre: Lavrans.