Atrapado por el marxismo

 

El profesor de Literatura inglesa y crítico literario inglés Terry Eagleton, acaba de publicar un nuevo ensayo referente a problemas reales de nuestra cultura contemporánea, eso sí, como siempre lo ha realizado con su habitual sorna y con el fino sentido del humor que le caracteriza habitualmente.

El libro, lleno de profunda amenidad, aborda el importante problema de la caracterización, delimitación y vigencia de las ideologías y, asimismo, del llamado crepúsculo de las ideologías, o verdaderamente la decadencia de las ideologías.

Lo mas interesante de este libro es comprobar cómo nuestro Eagleton, tan lúcido habitualmente, en este trabajo sobre las diversas ideologías recientes y a falta de la necesaria perspectiva histórica y de buenos estudios sociológicos ha quedado atrapado por la ideología marxista.

En efecto, desde diversos ángulos y autores es repetitivo como aparecen Marx, Engels, Gramsci, etc., Es decir ha quedado atrapado en el mundo de las propias ideologías que va a caracterizar, puesto que a pesar de exponer como nadie el marxismo, sin darse cuenta acaba realizando un malabarismo por el cual sigue estudiando desde ese ángulo la realidad.

Es interesante, por ejemplo, como explica el triunfo y fracaso del tacherismo en el Reino Unido. En primer lugar, comienza por afirmar las características de las ideologías dominantes, luego seguirá afirmando dogmáticamente que solo el marxismo es científico y por tanto la ideología completa.

Finalmente, acabará por realizar un juego de ficción y arreglarse para reconocer el fracaso que obtuvo en la vida del país: “En realidad, si existe una ideología dominante en la Inglaterra contemporánea, no parece ser especialmente exitosa”. Inmediatamente, señalará que la realidad electoral no coincide con la ideología marxista por causas como la siguiente: “Fue primera ministra en parte a causa de las excentricidades del sistema electoral inglés, que puede conceder el poder a un gobierno rechazado por la mayoría del electorado” (64).

Para terminar de explicar la falta de coherencia de la ideología dominante con la vida de Inglaterra o de la cultura occidental, Eagleton llega a la siguiente conclusión: “la mayoría de los pueblos suprimidos a lo largo de la historia no han concedido de manera patente este crédito a sus gobernantes: ha soportado más que admirado a otros” (67).

En cualquier caso, para Eagleton, la clave definitoria para caracterizar a una verdadera ideología es la provocación del conflicto: “la aparición del concepto de ideología no es un mero capitulo de la historia de las ideas. Por el contrario, tiene una íntima relación con la lucha revolucionaria, y figura desde el principio como un arma teórica de la lucha de clases” (114). Es aquí donde radica el error de la ideología marxista: el desprecio de la dignidad de cada persona humana o de la libertad de cada hombre. Es ahí donde radica el error que le llevó a fracasar, pues todo lo que se opone a la dignidad de la persona humana desaparece.

José Carlos Martín de la Hoz

Terry Eagleton, Ideología. La tortuosa historia del concepto desde la ilustración hasta la modernidad, ediciones Paidós, Barcelona 20109, 339 pp.