Fundada sobre roca



            Una
parte del debate del siglo XVI giró en torno a la situación de la
Iglesia primitiva, como es sabido las tesis de los reformadores protestante fue
aducir que la Iglesia institucional había manipulado la doctrina para
incluir en ella prácticas que debían abolirse. Aquél
debate produjo la pérdida de grandes pueblos para el catolicismo y la
desaparición en el ámbito protestante de gran parte de los
Sacramentos y la eliminación de la autoridad del Magisterio
eclesiástico.


            Las
investigaciones posteriores, recientemente relanzadas, van exponiendo, a
través de las Fuentes históricas del cristianismo y de fuentes
judías o paganas, una visión muy distinta. La reciente
reedición del libro de Hilaire Belloc, recuerda ideas de una gran actualidad. "La Iglesia Católica no era una opinión, ni una moda, ni una filosofía;
tampoco era una teoría ni un hábito; era un cuerpo social
claramente delimitado y basado en muchas doctrinas exactas, celoso en extremo
de su unidad y de la precisión de sus definiciones, e imbuido, como no
lo estaba ninguna otra organización humana de la época, de una
convicción apasionada
"(p.49).


            Pronto llegaron las
persecuciones, como había predicho Jesucristo: "
Si me han perseguido a mí, también a vosotros os
perseguirán
" (Io 15,20). Pero el cristianismo superó al paganismo: "Se distinguió de todas esas
entidades, y fue más fuerte que ellas, porque propuso la
afirmación, en lugar de la hipótesis; porque afirmó hechos
históricos concretos, en lugar de mitos sugestivos, y consideró
su ritual de misterios como realidades y no como símbolos
"
(p.53).


            Hoy
día, en la línea del ataque de Celso en el siglo II, la
cuestión de fondo que se plantea es que el cristianismo es un montaje,
una síntesis de religiones ancestrales, eso sí una religión
sincrética, que no se sabe por qué ha triunfado. Esa
teoría es un fraude histórico pues aunque los cristianos
estuvieran equivocados, lo que no se puede negar históricamente es que
su fe en Jesucristo no era una evolución de religiones anteriores, ni un
producto de un invento logrado. No eran un grupo de hombres y mujeres aislados
y desorganizados. Las cartas de San Ignacio de Antioquia a las siete iglesias,
escritas camino del martirio en Roma, traslucen una sociedad organizada:
"Desde el año 30 surgió
una sociedad definida, severamente regida, sumamente singular, con doctrinas
fijas, misterios especiales y una fuerte disciplina propia, dotada de una
personalidad muy rígida y distinta, inconfundible. Y esta sociedad era y
se llama la Iglesia
"(p.60).


            Esta
es la cuestión: está sólidamente demostrado que los
primeros cristianos, creían haber recibido una revelación de Dios
a los hombres a través de Jesucristo. Una novedad radical que daba luz
al Antiguo Testamento y que se contenía tanto en el Nuevo como en la
Tradición oral de los apóstoles, ambas entregadas a la Iglesia
para su custodia.


José Carlos Martín de la Hoz


 


Para leer más:


 


Belloc, H. (2008) Europa y la fe, Madrid, Ciudadela


Daniélou, J. (2006) Los orígenes
del cristianismo latino
, Madrid, Cristiandad


Dawson, Ch. (1995) La religión
y el origen de la cultura occidental
, Madrid, Encuentro


Woods, T.E. (2007) Cómo la Iglesia
construyó la civilización occidental
, Madrid, Ciudadela