Hernando de Talavera y los musulmanes



            La
reciente edición de obras inéditas de Fray Hernando
de Talavera, primer arzobispo de Granada, vuelve a poner sobre el tapete cual
fue la clave de la evangelización de Fray Hernando en
Granada. Uno de los escasos momentos de la historia en que se han producido
abundantes conversiones del Islam al cristianismo.


            El primer
Arzobispo de la ciudad fue Fray Hernando de Talavera, confesor de la Reina Isabel en 1492. Promovió
la evangelización pacífica mediante la persuasión, la caridad y el respeto a la
cultura mudejar. En ese sentido continuó la línea habitual que marcaba Alfonso
X el Sabio en las Partidas, donde la conversión de los moros se presentaba como
algo deseable y muy conveniente, pero sin ejercer la violencia para lograrlo (PARTIDAS 7, Tit. XXV, ley 2).


            La
evangelización de aquellas tierras la marcó el talante de Fray Hernando de
Talavera, cuyo respeto por la cultura mudéjar le llevará incluso a incluso
aceptar el árabe como lengua litúrgica. 
Estudiando detenidamente los escritos editados por la profesora Vega, se comprueba
que lo que hay verdaderamente en el fondo es la santidad de vida de este
Arzobispo. Así lo expresa un biógrafo anónimo: "pues tornando al propósito, porque ninguno pudiese sospechar que cobdicia
de más renta le movía dexar Ávila por Granada, él mismo suplicó a los reyes que
no le señalasen más renta en el arçobispado della que para bivir mediana y
honestamente y sin pompa; y assi le fueron señalados dos cuentos de renta
solamente: valiendo harto más el obispado de Ávila
que el dexava. Lo qual de
verdad fue tenido en mucho, porque en el apartarse de la corte en el fervor de
su privança (que pocos lo hazen), en dexar más renta y otros favores y
provechos humanos, bien dio a entender la intención sancta que le movía
"( fol.29).


            A lo largo
de las paginas de este trabajo se muestra la entrega del Arzobispo a sus
fieles. La construcción de templos, el esplendor de la liturgia, el cuidado de
los sacramentos, la cordialidad y trato con todos, la formación del clero, el
estudio  de la doctrina,, etc. Quizás el
mejor resumen es el que hace uno de sus biógrafos: "Tenía tan buena manera, junto con su diligencia en enseñar a los moros
y atraer a nuestra sancta fe con tan amorosas y sabias palabras, que no solamente
no recebían ellos pena y pesadumbre quando los llamavan a oyr su doctrina, mas
muchos dellos venían a ella de su grado sin ser llamados. De manera que antes
de aquella general conversión de los moros, que fue súbita y quasi en un día,
ya él su poco a poco avía convertido cien personas, hombres y mugeres, y a sus
propias expensas los tenía en casas apartadas para ello, que llamaban las casas
de la doctrina, donde él por su personayva continuamente a les predicar y
enseñar las cosas de la fe y buenas costumbres por medio de fieles intérpretes
que para esto tenía; y no con poco trabajo y diligencia, procuró que algunos
clérigos y religiosos aprendiessen la lengua aráviga; y aun él mesmo en su
buena vejez, por no dexar cosa por hazer de quantas devía, deprendió buena
parte della, a lo menos para entenderla y assí si podían enseñar a los nuevos
convertidos los mandamientos de Dios y de la Yglesia, y también oyr sus
confessiones"
(fols. 33-34). Por sus frutos los conoceréis.


 


José
Carlos Martín de la Hoz


 


M. J. VEGA GARCÍA-FERRER, Fray Hernando de Talavera y Granada, ed. Universidad de Granada, Granada 2007