La España del Siglo XIX



            La editorial Síntesis
está publicando una serie de monografías de gran interés
para conocer la historia reciente de España. La última del Prof.
Emilio La
Parra, Catedrático de la Universidad de Alicante. Se
trata de un estudio documentado del final del período liberal de
1820-1823. Así resume la invasión francesa: "Los cien mil
hijos de San Luis llegaron a España porque las potencias europeas
así lo acordaron en una reunión internacional (el Congreso de
Verona) y porque a título particular interesaba a Francia de forma muy
especial. Fue una empresa organizada, destinada oficialmente a restituir en el
trono de España a su rey legítimo, aunque en realidad
pretendía acabar con el régimen político español,
porque constituía un peligro para la Europa del orden" (p.13).


            Aunque
en 1812 se había proclamado la Constitución liberal, una vez
repuesto en el Trono, Fernando VII prácticamente la dio por abolida. Fue
en 1820, cuando verdaderamente empezó a aplicarse. Ese período
constitucional quedó interrumpido por la entrada de las tropas
francesas: "Para España, supuso el fin de la experiencia
Constitucional que había provocado la primera gran
ruptura con el Antiguo Régimen en nombre de la nación, entendida
como única depositaria de la soberanía" (p.14).


            La
figura del monarca Fernando VII queda bien dibujada en estas líneas:
"El temperamento autoritario de monarca absoluto afloraba por todos sus
poros y en la distancia corta se manifestaba con la rudeza propia de una
persona vulgar, de natural vengativo y ante todo, receloso. Excitado al
máximo por la inminencia del final del constitucionalismo, ya no
reparaba ni siquiera en las formas" (p.32).


            Evidentemente
las tropas francesas contaron con el apoyo de muchos españoles, aunque
sus motivaciones no fueron homogéneas: "No todos los que se
alzaron contra el liberalismo deseaban la vuelta sin más del absolutismo
y, a pesar, de las apariencias, muchos de ellos eran más bien
críticos hacia el clero. Es un hecho el anticlericalismo de la población
rural" (p.146).


            Efectivamente
el rey fue devuelto a su Trono, y quedó con las manos libres. El 23 de
noviembre de 1823 Angulema pasó el Bidasoa. La
guerra de Francia contra la España constitucional había durado
siete meses y medio. La de los españoles entre sí no
terminó todavía" (p.287).


            Una
parte de los españoles se fue cerrando en sus posiciones: "Los ultras acentuaron progresivamente su oposición a los
gobiernos de Fernando VII y evolucionaron hasta agruparse en torno a la figura
del infante don Carlos…Fueron, por tanto, los futuros carlistas"
(p.304).


            Por
otra parte Fernando VII se rodeó de liberales y absolutistas moderados,
llamados fernandinos y llevar adelante su plan: "consistió en
reducir las competencias de los Consejos heredados del Antiguo Régimen,
incluido el de Estado, y concentrar el de por sí importante poder
ejecutivo de los diferentes ministerios en una única institución:
el Consejo de ministros" (p.312).


            Así
pues, ya en el año 1923 quedaba dibujado un mapa de tensiones, que
desgraciadamente fueron chocando entre sí. La historia del XIX muestra
no una división de dos bloques, sino de al menos tres grandes modo de
pensar.


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Para leer más:


 


La Parra, E. (2007) Los cien mil hijos de San Luis. El ocaso del
primer impulso liberal en España
,
Madrid, Síntesis


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