Lope y el Teatro del Siglo de Oro

 

El pasado 28 de noviembre, se inauguró en la Biblioteca Nacional, una magnífica exposición sobre Lope y el teatro aurisecular, que se podrá ver hasta el 17 de marzo de 2019. La visité por la mañana del domingo 9 de diciembre, con el profesor Carlos Gómez, mientras el paseo de la Castellana se llenaba de hinchas de Boca y de River.

Esta exposición ayuda a valorar nuestro pasado y nuestra cultura, somos un país privilegiado en este aspecto, bastarán unos datos para demostrarlo: en la Biblioteca Nacional, hay más de veinte manuscritos de obras dramáticas de Lope y más de trescientos de otros dramaturgos de la época. De las obras de Shakespeare, por ejemplo, no se conserva ninguno. A esto, hay que añadir las innumerables ediciones de obras para la escena de aquellos años, de las que se exponen algunos ejemplares de diversos autores y de formatos muy variados. Buena muestra es el panel en el que se han reproducido las portadas de más de trecientas comedias que son sin duda lopescas y de las que se tiene alguna edición.

Resulta muy interesante también la información audiovisual sobre la vida teatral de la época: maquetas y recreaciones de corralas y teatros de Madrid y de Sevilla, diseños de decorados y de vestuario, tramoyas, público…, así como acerca de las leyes a que dio lugar aquel fenómeno tan popular y fructífero. Se incluye un breve reportaje sobre La dama boba, una de las comedias más representativas y representadas de Lope, y una de las que él más apreciaba.  

Han pasado cuatrocientos años desde entonces y, sin embargo, como también se señala en la exposición, el teatro del Siglo de Oro sigue vivo: ha influido y ha causado admiración lejos de nuestras fronteras (en Francia, en los románticos alemanes, en Rusia, en Hispanoamérica…), se sigue representando, se ha llevado al cine, autores contemporáneos se han inspirado en él o han hecho versiones para el público actual, y hay que destacar el papel de la Compañía de Teatro Clásico o de festivales como el de Almagro, entre otras iniciativas.

A esto, hay que añadir los trabajos de investigación que, en diversas universidades españolas –destacan la Universidad de Navarra, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Complutense o la de Castilla la Mancha–, se están realizando, con la ayuda de las nuevas tecnologías, para mejorar las ediciones críticas, para determinar autorías y seguir aportando nuevos conocimientos sobre unos momentos fascinantes de nuestra cultura.

Me parece una exposición muy adecuada para las visitas con grupos de alumnos y una invitación a la lectura de obras como La dama boba, El caballero de Olmedo, El perro del hortelano, El castigo sin venganza, Fuenteovejuna o tantas otras de Lope y de los demás dramaturgos del Siglo de Oro.

Luis Ramoneda