Los principios de la moral

 

La interesante investigación que deseamos presentar ahora ha sido llevada a cabo por el profesor Rasmussen de la Tufts University, y se centra en una comparación del pensamiento, influencias mutuas y divergencias entre los filósofos y economistas David Hume (1711-1776) y Adam Smith (1723-1790), ambos escoceses y autores representativos de la ilustración europea.

Entre las muchas cuestiones que podríamos señalar entre las abordadas magistralmente por nuestro autor, deseamos detenernos ahora en una que es especialmente nuclear en el pensamiento de los dos autores: “Los principios de la moral”.

Efectivamente, esa expresión, en concreto, hace referencia al título de la segunda parte del Tratado, una de las obras más representativas del pensamiento de David Hume y forma parte clave de la primera gran obra publicada por Adam Smith Teoría de los sentimientos morales, un éxito rotundo que le proporcionó mucha fama durante años.

Así pues, los principios de la moral, para quienes influyeron tanto en la ilustración en el Reino Unido es un factor determinante para los dos autores y amigos y, por tanto, que fueron luces acompasadas en aquellos momentos de la historia de la economía. Podría considerarse este trabajo como una verdadera recreación del nacimiento del capitalismo teórico y del estudio de la ciencia económica sin Dios en la ilustración inglesa.

Rasmussen comienza su exposición de este tema recordando que para Smith las semejanzas con Hume son muchas más que las diferencias. Así mismo señala que para ambos “la moralidad es un fenómeno esencialmente práctico y humano, no algo que emane de un poder sagrado, misterioso o celeste”. Es decir, que creían “que nuestra sensibilidad moral se adquiere y evoluciona con el tiempo, no es ínsita a la naturaleza humana” (117). Es interesante que para los dos “la moralidad radica en los sentimientos imparciales” (118).

Finalmente, aunque hay muchas afinidades entre ambos autores, recordemos también todas las divergencias entre los dos amigos pues, como afirma Rasmussen: “aunque Smith estructura y fundamenta su teoría moral de forma muy parecida a Hume, hay cuatro elementos primordiales en los que se aleja de las ideas de su amigo, o que las modifica: simpatía (empatía), utilidad (belleza), justicia (virtud) y religión (agnóstico)” (119).

Así pues, Smith tributó un encendido elogio a su amigo citándolo con frecuencia y claridad en su primera obra y Hume le devolvió el favor ayudándole a darlo a conocer a otros autores y buscando quien lo reseñara, además de darle algunas sugerencias para diversas ediciones (143).

José Carlos Martín de la Hoz

Dennis C. Rasmussen, El infiel y el profesor. David Hume y Adam Smith, la amistad que forjó el pensamiento moderno, de. Arpa, Barcelona 2018, 382 pp.