Mercaderes y banqueros

 

El profesor francés Jacques Le Goff, aborda con profundidad en este trabajo la figura del mercader y, en concreto, del mercader banquero y cristiano, en el mundo económico de la Edad Media, que surge y se desarrolla con pujanza entre los siglos XI y XV.

Se trata de estudiar los sistemas de mercado en ese período y sus reglas, para poder evaluar cómo impulsaba la Iglesia la honradez del mercader cristiano, lo que los tratados de moral y los manuales de confesores, llamaban genéricamente la virtud de la justicia, es decir las relaciones económicas a la luz de la revelación cristiana. El peligro era, por tanto, el lucro indebido, el enriquecimiento inmoral llamado usura (97).

Además, se tratar de estudiar la vida del mercader, es decir el sistema para cómo vivir las virtudes cristianas en el mundo de los negocios, donde Dios, nos ha de pedir cuenta del uso de cada maravedí. Sobre todo, se condena el interés injusto (98-99) y, por supuesto, también se condena la esclavitud de los cristianos (102).

El medievo es, por tanto, otra etapa de la historia que arranca con la vuelta a la paz social, lo que facilitará las relaciones humanas y especialmente las comerciales. Una mercadería, insiste la Iglesia, que debe dirigirse a contribuir al bien común (110-111), a las necesidades de los pobres y de la Iglesia con sus limosnas (119) y, finalmente, a las herencias en favor de las instituciones eclesiásticas, al culto divino, etc. (121).

Como siempre,  el primer problema de los mercaderes es el transporte de la mercancía  de un lugar a otro, tanto por la elección del modo de locomoción, como por la seguridad de los caminos y rutas. De ahí la aparición de  las caravanas que van protegidas por las armas. Por eso Le Goff estudiará las vías fluviales, marítimas y terrestres (22-25), las gabelas, los impuestos, las aduanas y los costos de cada uno de los modos de trasportar la mercaduría de modo seguro de un lugar a otro. Asimismo, se detendrá en las ferias de las grandes ciudades (28-30), muchas veces cruces de camino, lugares donde confluyen mercaderes de diversos lugares,  como puede estudiarse hoy día en Medina del Campo, con sus plazas donde establecer los puestos y las tratativas.

El segundo problema es, por tanto, la moneda de cambio y el acuerdo para la mercaduría entre las diversas divisas que se manejan en las fronteras. Le Goff dedica un buen espacio a estudiar el mercado de la Plata (48) El poder acabará en manos de los banqueros que ponen el préstamo en cualquier lugar de Europa y, por tanto, la mercancía, las tropas, las joyas. O el dinero contante y sonante (38-40). Todo eso vendrá con el crecimiento de los seguros, la letra de cambio, etc., (42-43). También de la contabilidad (49).

José Carlos Martín de la Hoz

Jacques Le Goff, Mercaderes y banqueros de la Edad Media, ed. Alianza editorial, Madrid 2014, 174 pp.