Pío Baroja y la Guerra Civil española



            En
estos tiempos en que la historia de la Guerra Civil está de moda, resulta
interesante estudiar las actitudes y opiniones de los intelectuales de la
época ante el conflicto. De ese modo podremos comprender más hondamente
las raíces del pasado.     


            La
monografía del escritor y novelista Sánchez Ostiz
que ahora comentamos, narra las peripecias de Pio
Baroja durante el comienzo de la Guerra Civil: su pronta detención e
inmediata liberación; su posterior exilio en Francia hasta el final de
la contienda y, finalmente, su regreso a España ante el avance de las
tropas nazis en Francia.


            Al
comienzo de este trabajo y para que no quede lugar a la intriga o el suspense,
el autor recoge unas palabras del novelista navarro que reflejan bien su
visión de los hechos: "No es que los republicanos hubiesen
proclamado la República, tras haber claramente ganado las elecciones,
sino que había estallado la Revolución, que no es en absoluto lo
mismo. Y a partir de ese momento todo lo que suceda serán episodios
sucesivos de esa Revolución vivida como una amenaza personal
permanente" (p.20).


            Ese
pensamiento de Pío Baroja, no cambiará nunca, lo mantendrá
tanto en privado, como en público, y acabará quedándose
sólo. Una soledad en la que vivirá hasta el final de sus
días.


            Sánchez
Ostiz va recogiendo retazos de las diversas novelas
de Baroja a lo largo de su vida, y unido a sus cartas y testimonios de sus
allegados, va fundamentando su argumentación. La conclusión es
pues clara y contundente: Baroja "utiliza la novela para expresar el caos
político del país con el advenimiento de la República, y
también algunos conflictos y cuestiones importantes, y algunas de ellas,
la del nacionalismo vasco y su relación estrecha con la Iglesia vasca,
plenamente vigentes hasta hace nada y, bien tergiversados, un arma arrojadiza
en manos de españolistas, ya sean nacionalistas o jacobinos"
(p.30).


            Así
pues Baroja toma partido ante la II República y la Guerra Civil; su
partido (p.121). En este sentido, se puede estar o no con él, pero
Baroja  es estable en su
visión. Quizás por eso, no estará con nadie al terminar el
conflicto.


            La
conclusión de Baroja es clara: "Pasado algún tiempo, toda
la gente imparcial está convencida de que la Guerra Civil no ha
dejado más que un reguero de crueldad, de barbarie, un odio escondido
que no desaparecerá ni en cien años" (p.348). Esperemos que
vuelvan las aguas a su cauce y que no tardemos cien años en perdonar y
olvidar, para volver a convivir.


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Para leer más:


 


Sánchez Ostiz, M. (2007) Tiempos
de tormenta (1936-1940). Pio Baroja
,  Pamplona Pamiela


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=6481


Pruszynski, K. (2007) En
la España Rroja
, Madrid, Alba


http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=5627