Pío Moa y la historia



            El
historiador y periodista Pío Moa publicó hace unos años,
en ediciones Encuentro, una trilogía de libros en torno a la II República
y la Guerra Civil
española. Aquellos trabajos tuvieron una amplia repercusión y
fueron bien valorados por la crítica. El éxito se debió,
entre otros motivos, a la publicación de fuentes inéditas hasta
ese momento, principalmente provenientes de los Archivos del Partido Socialista
Obrero Español, del Sindicato UGT y del Partido Comunista.


            Desde
entonces, en sus sucesivos trabajos e investigaciones, este autor ha aportado
pocas fuentes nuevas y ha ido derivando hacía un estilo de ensayo, con
tono periodístico. Aunque ha seguido manteniendo un buen nivel de ventas
y de fama.


            En
esta ocasión, se centra en la posguerra española, entre 1939 y
1945. La comprobación de las fuentes que el autor cita, explica el tono
del trabajo: se basa fundamentalmente en algunos libros de memorias y estudios
generales sobre estos años. Por tanto, estamos ante una visión
general del período con pocas aportaciones personales del autor. Eso
sí, con un afán de ser neutro, tomando las diversas
ópticas que se han venido dando.


            La
tesis de fondo es la misma de otros trabajos: "En la Guerra de
España no desempeñó ningún papel la democracia. Las
derechas hispanas habían respetado, con poco entusiasmo, la legalidad
democrática, mientras que las izquierdas, llevadas de sus
utopías, la habían destruido a conciencia" (p.21)


            Las
excesivas y prolijas narraciones de la Segunda Guerra
Mundial y las maniobras del General Franco para evitar entrar
en el Conflicto se van entremezclando con la política diaria de
España, su rearme cultural y la reconstrucción del país.
Los constantes cambios de plano, de ámbito y de nivel, en ocasiones,
resultan  desconcertantes. En
realidad hay poca aportación, y para un lector que no esté
versado en la materia le resultará difícil hacerse una idea de
las cuestiones planteadas.


            El
grado de profundidad de las personas y de las ideas que se ponen en juego
están tratadas someramente, con cierta superficialidad: referencias a
los obispos, a los Nuncios y a la
Santa Sede como si fueran unos políticos más y,
en general, adolece de conocimientos de las cuestiones espirituales en juego.
Reconoce las dificultades de la Iglesia en la época y de las
incertidumbres objetivas acerca de cómo evolucionaría el
franquismo y por tanto explica bien los motivos de prudencia de la Santa Sede. Un
ejemplo de esa escasa profundidad son las referencias al Opus Dei: una primera
a Camino, comparándolo con un libro de pensamiento oriental, resulta
fuera de lugar, sobre todo porque ignora el trabajo de Pedro Rodríguez,
que como mínimo debería haber citado (p.85). También al
tratar  del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, cae en lugares comunes (p.90). Finalmente hace
otra referencia, situando a Ramundo Paniker y Rafael Calvo Serer en
Barcelona, sin saber ni quienes eran, ni lo que harían después
(p.520).


José Carlos Martín de la Hoz


 


Para leer más:


 


Moa, P. (2008) Años de
hierro. España en la posguerra (1939-1945),
Madrid, Esfera de los libros