Tradición y Escritura



            El Tesoro de la Revelación entregado por Dios a la
Iglesia Católica
es
vivo y operativo, no ha sido entregado al hombre como una piedra. El sentido
literal de la Escritura es importante, pero leído en la Iglesia en la Tradición
de los Santos Padres. Más importante es el sentido espiritual; es como una
semilla que produce un árbol y ese árbol frutos, y esos frutos nuevas semillas.
Cada generación, recibe así la Verdad viva y la trasmite a la siguiente
generación.


            De hecho, la historia de la espiritualidad muestra que,
por su íntima unión con Dios, los santos han visto profundidades que están más
allá de la palabra.


            Pronto, en la historia de la Iglesia se dio el encuentro
con
la filosofía. La Filosofía griega se acercó a la fe y entró en diálogo con
la Revelación, para ser fecundada por ella. Para penetrar en el Misterio, pues
si no hay misterio no hay religión; Dios es trascendente y maravillosamente
rico. Ese episodio no es esporádico, es habitual en cada etapa de la historia y
en cualquier filosofía. Repasemos el pensamiento de Blondel en el siglo XIX, en
su diálogo con el Racionalismo.


            Así decía Blondel: "Para
afrontar correctamente la cuestión de la presencia de lo sobrenatural y su
conocimiento por la historia, es preciso acudir a la noción de desarrollo (…).
La primera expresión de una verdad divina, por cercana que esté a los hechos,
es plena, pero menos clara que los desarrollos ulteriores" (p.28).


            En la concepción cristiana de los orígenes de la
Iglesia, se da una perfecta armonía entre Escritura, Tradición e Iglesia. Así
lo expresaba Blondel: "Un proceso
progresivo y sintético que concentra todos los haces de luz proyectados por la
conciencia cristiana en el curso de las edades. Si, ésta es una hoguera que
crece sin cesar y que imita, por su calor y su brillo indefinidos, la infinita
riqueza de Dios, revelado y siempre oculto, oculto y siempre revelado. Éste es
el sentido profundo por el que el Evangelio no es nada sin la Iglesia; la
enseñanza de las Escrituras nada sin la vida de la cristiandad; la exégesis
nada sin la tradición"(p.36).


            En el mismo sentido se expresa también el Prof. Illanes:
"Toda filosofía y toda Teología de la
historia desembocan, directa y connaturalmente, en una espiritualidad o en una
mística de la acción"(
p.13).


            Finalmente, conviene recordar que el paso del tiempo de
oración es clarificador, profundizador, para Blondel: "Este poder conservador (de la Tradición) es al mismo tiempo
conquistador, que descubre y formula verdades de las que vivió el pasado, sin
haberlas podido enunciar o definir explícitamente, y que enriquece el
patrimonio intelectual y hace fructificar el depósito total"(p.56).


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Para
leer más:


 


Maurice BLONDEL, Historia
y Dogma
, ed. Cristiandad,
Madrid 2004


José Luis ILLANES, Historia y
sentido. Estudios de Teología de la historia
, ed. Rialp, Madrid 1997


 



Deja aquí tus comentarios