Arabia

Rory, un joven treintañero divorciado, viaja desde Inglaterra a un pueblecito de Irlanda para acompañar a su madre durante los últimos momentos de su vida. En esas semanas junto a sus padres, irá desentrañando algunos sucesos que crearon distancias entre los miembros de su familia y aprenderá a mirar las excentricidades de su madre con ojos diferentes, ahora desde una perspectiva adulta.

Ediciones

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1999 Alianza
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Arabia: es la historia de un chico que vuelve de la ciudad en la que residía, para cuidar a su madre enferma. Para ello abandona su trabajo, con todo lo que ello conlleva: ambiciones, ilusiones profesionales, deseo de llegar más alto en el escalafón profesional, la búsqueda del triunfo. Al principio la ruptura con su mundo supone una situación que le produce tristeza, pesar, añorando todo lo que deja. Pero, poco a poco, comienza a valorar la vida con otras dimensiones: la importancia de cuidar a otras personas, que en tiempos anteriores dedicaron todo su esfuerzo a su educación, el aprendizaje en situaciones que parecen más críticas y costosas en la vida.

Desde el punto de vista descriptivo, la relación madre-hijo es analizada por medio de la figura del hijo. Esa relación va cambiando a medida que se descubre lo que hay detrás de la imagen de una madre. El hijo acepta a su madre con sus defectos, que en algunos momentos del libro son resaltados y, poco a poco, contemplando a la figura materna va descubriendo lo que supone la figura de la madre en el desarrollo de la persona.

El libro está bien escrito desde el punto de vista literario, pero en algunos momentos se hace un poco aburrido porque las descripciones son muy largas.

La lectura de esta novela facilita el plantearse lo mucho que nos podemos interesar por nuestros asuntos personales, que pueden ser los más urgentes pero tal vez no los más importantes, olvidándonos de que las personas más cercanas necesitan de los suyos para salir adelante.

Imagen de rocio meca

La primera novela de Gretta Mulrooney (Londres, 1952) se sitúa en la línea de algunas obras de éxito de los últimos años, como Las cenizas de Ángela. Pero, a diferencia de ésta, Arabia no se centra en las penurias de una infancia de tintes trágicos, sino en un cierto ajuste de cuentas sentimental respecto al afecto familiar que se creía perdido.
Rory, un joven treintañero divorciado, viaja desde Inglaterra a un pueblecito de Irlanda para acompañar a su madre durante los últimos momentos de su vida. En esas semanas junto a sus padres, irá desentrañando algunos sucesos que crearon distancias entre los miembros de su familia y aprenderá a mirar las excentricidades de su madre con ojos diferentes, ahora desde una perspectiva adulta.
La autora entrelaza pasado y presente, siempre en primera persona. De ese modo da a conocer la infancia de Rory, dominada por las obsesiones de su madre. Ella es una mujer desmedida en todas sus actitudes, ya sea en su hipocondría, en la religión, en el consumismo o en las aficiones más estrafalarias. Todo este ambiente familiar hizo del temperamento de Rory el reverso de la medalla, convirtiéndolo así en agnóstico, vegetariano y obsesivamente inglés en su Irlanda de origen.
La novela se compone así de un conjunto de historias o anécdotas íntimas en torno a una mujer singular, vivaz y estrambótica, que durante toda su vida ejerció una autoridad caprichosa sobre toda la familia. Gretta Mulrooney logra un relato comedido, en ocasiones simple, pero capaz de transmitir con eficacia y sin asomo de sentimentalismo la fuerza de un cariño filial.