Camina la noche

En los primeros días de la Guerra Civil, el padre de Isabel desapareció y, desde entonces, la misteriosa figura del ausente ha marcado su vida. Sin embargo, Isabel recibe un día una extraña llamada telefónica que marca un punto de inflexión en su historia. A partir de ese momento, el narrador retrocede en el tiempo para mostrarnos los avatares de un amor y descubrirnos las decisiones que determinaron el destino de los personajes. Una novela sutil y una profunda reflexión sobre las consecuencias de nuestros actos.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2015 Acantilado
424
9788416011483
Valoración CDL
3
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Novela de intriga, cuya acción principal y núcleo de la historia se sitúa en los primeros días de julio de 1936 a punto de iniciarse la Guerra Civil española. Así, la trama gira en torno a la desaparición de un hombre, Cristóbal Ramos, un exseminarista que, sin poder comunicarse con su familia, desaparece sin dejar rastro. El clima de odio, de terror, de tensión incontrolada, y los comportamientos extremistas y extremos están muy bien presentados y resueltos en el núcleo central.

Dividida en tres partes, la acción se traslada alternativamente de 1962 a 1936, para retornar en el último capítulo al año 1962 en el que se resuelve la trama. Esta alternancia temporal está marcada asimismo por los cambios en el punto de vista del narrador, que correspondería a una tercera persona limitada. En conjunto, se trata de una omnisciencia multiselectiva, ya que los hechos se presentan desde la perspectiva de varios personajes, que van prestando su visión al narrador de forma alternativa. Esta visión limitada por la mirada de algunos personajes es la que proporciona una mayor intriga al relato y una aportación interesante al resto de los elementos narrativos. 

Tanto por los temas tratados (el sentimiento de culpa, el arrepentimiento y el perdón) como por el estilo, esta primera novela de Álvaro Silva consigue captar la atención del lector y mantener la inquietud hasta el final. Aunque en la estructura quedan algunos cabos sueltos y aspectos por resolver, y el relato resulta a veces prolijo en la presentación de situaciones que se alargan innecesariamente, se puede afirmar que la lectura resulta amena, atractiva y recomendable.