Drácula

Novela publicada en 1897. El abogado Jonathan Harke narra en su diario el viaje que realiza por Transilvania para tratar de negocios con el Conde Drácula. A medida que se acerca a su castillo, la actitud de los campesinos del lugar al oír hablar del Conde le hace pasar de la curiosidad a la inquietud. Instalado en la morada del misterioso personaje, descubre finalmente que está prisionero y que el Conde lo utiliza para perfeccionar su inglés e informarse de todo lo concerniente a Londres. Harke consigue escapar milagrosamente y vuelve a Inglaterra, donde vive atormentado sin saber si todo aquello fue real. La narración se traslada hacia otros personajes que viven en Londres, a los que, por una serie de casualidades, se unirán más tarde Harke y su valiente esposa Mina. Poco a poco, en un clima de suspense, irán descubriendo la terrible realidad: un malvado monstruo que se alimenta con la sangre de sus víctimas –preferentemente mujeres y niños- se ha instalado en la ciudad. En un ambiente genuinamente victoriano, este grupo de personas virtuosas, con el sabio Van Helsing a la cabeza, luchará contra esta encarnación del mal. Pero su lucha deberá ser "silenciosa", pues en aquella "época de luces, en la que los hombres no creen siguiera en lo que ven, la duda de los sabios sería la ayuda principal que podría tener el Conde Drácula". Escrita mezclando los diarios de los protagonistas, Stoker consigue, además de la riqueza de los puntos de vista, un efecto general de verosimilitud. El resultado es una genuina novela gótica con la que ensalza la ciencia bien dirigida por la virtud y, sobre todo, huye del prosaico realismo que traían los tiempos en su época. En el siglo XX, grita Stoker, el misterio, las sombras, los aullidos de lobos también tendrán lugar. Y la fe y la amistad y los buenos principios...