El ardor de la sangre

Esta novela, que quedó inédita al morir la autora en 1942 y que sus biógrafos han publicado en 2007, narra una historia de pasiones ardientes ocultas bajo apariencias de calma y serenidad, propias del tranquilo entorno de una pequeña población rural de Borgoña, a finales de la década de 1930. El narrador, viejo, pobre y soltero, evoca un episodio de su juventud, azarosa y derrochadora, en el que está implicada una prima suya, ahora felizmente casada con un hombre que la quiere mucho y que no sospecha que haya nada oscuro en su pasado. Sin embargo, los ardores juveniles de la siguiente generación revuelven antiguas historias, y viejos secretos de familia acaban por salir a la luz.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2007 Salamandra
160
978-84-9838-129-0
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.166668
Average: 3.2 (6 votes)
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Género: 

Comentarios

Imagen de JOL

Con el argumento ya descrito se puede añadir que es una buena reflexión sobre las pasiones de la juventud, el ardor de la sangre, que siempre conlleva consecuencias, aunque permanezcan ocultas por años. Un mirada humana sobre los personajes posiblemente reales que comprende, con cierta dsculpa quizá, aunque la fuerte realidad de los acontecimientos se impone señalando la moralidad o falta de ella.. Ese ardor de la sangre late de otra manera ya sosegada en el narrador, Silvio y en Helena, como un viaje forzado a la juventud por la penumbra de la vida. Un aspecto a valorar es que aunque descubre la historia de varios adulterios no describe con pelos y señales, a diferencia de tantas novelas de moda que enmascaran la mala literatura con dosis de sexo. La literatura y el arte de verdad no necesitan escandalizar ni pervertir. Finalmente la autora describe muy bien los recovecos de los campesinos que intuyen y callan, con buena dosis de maldad, en la aparentemente arcadia rural de Issy-l'Eveque. Como otras  buenas novelas costumbristas la autora muestra la simbiosis entre los sentimientos de los personajes y la naturaleza, 

Imagen de Azafrán

Silvio, el narrador, da cuenta del monótono trascurrir de los días en un pueblo francés. Con él asistimos a la vida familiar ejemplar de los Érard, su prima Hélène y François. Asistimos a la boda de la hija mayor, Colette para quien han arreglado el molino. A la boda asiste Brigitte Declos, joven y casada con un anciano enfermo que hace preveer que pronto se convertiría en viuda. Brigitte decide no aguardar a la muerte de su esposo y vive una tórrida pasión con un joven, Marc Ohnet.
El ardor de la sangre joven se extiende como el fuego. Las pasiones desatadas y la fuerza del ejemplo llevan a Colette a engañar a su joven marido con Marc Ohnet. Brigitte, despechada, se venga dando a conocer la infidelidad de Colette a su joven esposo lo que provoca la muerte del marido engañado.
La reacción del pueblo que juzga y condena la mentira, y el engaño y que desea ver la fuerza de la justicia mantienen el climax hasta el final de la novela.
La autora se vale del maduro Silvio para dar a conocer al lector, a modo de flashback, que también en la juventud, los que ahora parecen maduros, estables y sosegados, sufrieron el ardor de la sangre y no supieron mantener la cordura. Fruto de aquellos actos condenables es la propia Brigitte quien acaba de desencadenar la tragedia con su pasión incontrolada y su mal ejemplo.
Irène Némerowsky ofrece al lector un estudio sobre la pasión de los afectos que se dejan arrastrar por la concupiscencia. Presenta claramente las consecuencias palpables, terribles y que muchas veces trascienden a la vida de los que nos rodean de conductas irresponsables. La autora presenta estas difíciles situaciones en profundidad y con una actitud de comprensión ante la debilidad, pero también como una llamada de atención ante el sufrimiento que esas conductas pudieran generar.

Imagen de juliana

En esta obra de Nemirovsky el estilo sigue siendo natural y sencillo para hacer una crítica de la sociedad de su tiempo.
En esta ocasión desde la perspectiva de Silvio: un "vividor" que se fue del pueblo en su juventud y regresa arruinado para morir con los suyos.
Su visión de la realidad es un tanto "peculiar" porque ve desde su experiencia las costumbres y el transcurrir de la vida del pueblo, sin importare nada "porque pasa de todo".
Tan sólo al final de la novela nos hace descubrir que la vida se vive con el ardor y la pasión de la juventud que lo demás es "guardar las apariencias" o dejarse llevar por el engaño.