El Día de la Independencia

Novela que intenta ser la más representativa de los Estados Unidos del fin de siglo. Se vale de un minimalismo donde el más insignificante detalle se convierte en símbolo de las inquietudes y afanes del norteamericano medio: la épica de su final de siglo tiene héroes tan grises que casi se confunden con el paisaje. Aquí da razón de ellos con la excusa del viaje de un padre y su hijo, que a lo largo de la novela se convertirá en un viaje al corazón de América y, sobre todo, al interior de un hombre: Frank Bascombe. Representante de la clase media acomodada norteamericana, hilvana la historia en un minucioso y evocador monólogo. Trabaja en una inmobiliaria en una pequeña ciudad del sur, donde vive aletargado, lamiéndose las heridas de su reciente divorcio. Bascombe se vuelca en su trabajo, que, aparte de proporcionarle bastante dinero, le permite hacer algo por los demás, porque "todos tienen derecho a un gancho donde colgar su sombrero". Y es que, desde el primer momento, Frank reniega de su condición de americano medio: lo desmiente la sensibilidad especial para convertir lo más nimio en símbolo de los problemas vitales más complejos. Ford consigue crear la sensación de que el viaje va a resultar decisivo: crea una expectativa de fondo que ayuda a cimentar las toneladas de páginas repletas de recovecos. Y en el centro, su hijo. Paul se mueve en diferentes niveles: desde el de arquetipo de adolescente norteamericano hasta el del reto para Frank: "Lo peor de ser padre es mi sino: ser adulto". El punto de encuentro entre padre e hijo, destino del viaje, son los Halls of Fame del baloncesto y el béisbol del 4 de julio, Día de la Independencia, día de los americanos y de sus pequeñas historias.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2003 Anagrama
568
9788433908308
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3.333332
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Imagen de Guille

narra la vida de un vendedor de fincas que tiene problemas familiares (separado de su mujer, un hijo conflictivo, etc.), que trata de pasar el día 4 de Julio con su hijo, haciendo un homenaje a las figuras del beisbol.
Pero lo de menos en este libro es la trama.
Lo que realmente importa , es la forma en que esta escrito y las dudas y experiencias que el protagonista, vive día a día.
Son las cavilaciones a las que cualquiera de nosotros nos podemos enfrentar día a día, y que a veces no les dedicamos todo el tiempo necesario.
La familia como eje de la sociedad, como base de cualquier proyecto.
El trabajo como realización humana, y no como carga.
Las relaciones humanas, la busqueda de la felicidad.
Son muchas las reflexiones las que provoca el libro, haciendo que a veces, abandones la lectura, para que con el libro cerrado y la vista perdida, recapacites sobre el ultimo párrafo leído.
Si hubiera que ponerle banda sonora a este libro seria un disco del tipo Nebraska de Bruce Springsteen.
Muy recomendable, de verdad, y si no os hace recapacitar.... malo.