El islote de los perros

Es 1910 y cincuenta mil perros callejeros vagan pr la ciudad de Estambul. El sultán, abrumado por las quejas, los envía a una isla. Klara y Sait, deseosos de una aventura, deciden visitar a los animales y descubren con espanto lo que realmente les espera. ¡Tienen que tomar cartas en el asunto! Pero solo cuentan con la ayuda de un viejo pescador griego y algunos amigos. ¿Podrán cambiar el destino de los perros abandonados?

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2017 Edelvives
127
978-84-140-0944

Ilustraciones de Oriol Vidal.

Valoración CDL
3
Valoración Socios
4
Average: 4 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

4
Género: 

Comentarios

Imagen de amd

Novela infantil, ganadora del XXVIIII Premio Ala Delta de Literatura Infantil (2017). La trama está ambientada en 1910 en la ciudad de Estambul y sus islas adyacentes, y se basa en un hecho real. En esa época, Estambul era la capital del gran imperio otomano, gobernado por el sultán Mehmet V, y en ella convivían pacíficamente pueblos y culturas diversas: los griegos, los judíos, los armenios, los búlgaros, los rusos… En conjunto, la capital estaba habitada por más de un millón de habitantes, a los que se sumaban vagando por las calles unos cincuenta mil perros callejeros.  Acuciado por las críticas, el sultán mandó encerrar a los perros en una isla para que murieran de hambre; aunque el desenlace que propone la novela es muy diferente.

En el relato, los protagonistas son dos niños (Klara y Sait) y la acción se desarrolla durante las vacaciones de verano. Klara es sefardita, de la familia Perahya, descendiente de judíos españoles, y tiene solo diez años; mientras que el coprotagonista, su vecino Sait, de doce años, es de familia turca y se dedica al comercio. Ambos representan la diversidad cultural de Estambul y la relación de convivencia y amistad entre ellas. Ayudados por un viejo pescador griego, un padre franciscano, un pícaro limpiabotas y otros amigos, consiguen dar un destino original e imprevisible a los perros vagabundos.   

Con respecto a la forma, destaca en el texto la voz del narrador, curiosa y cercana, en la que se alterna la tercera persona tradicional con la segunda persona de implicación, para involucrar rápidamente a los jóvenes lectores en el relato. Así, el autor ofrece unas preciosas descripciones de Estambul y sus alrededores (como las Islas Príncipe), junto con comentarios a los lectores sobre la propia obra literaria: cómo continuará la trama, resúmenes de datos, explicaciones sobre los personajes, etc.

La novela, dedicada a la comunidad sefardita de Estambul (con la que el autor convivió durante unos meses en un viaje a Turquía), destaca tanto por su cuidado estilo como por los temas tratados. Entre ellos, sobresalen la importancia de las diversas culturas (con sus tradiciones y lenguas propias), el valor de la amistad y de las relaciones familiares,  las creencias religiosas y la sabiduría de los ancianos. Curiosamente, el 15 de febrero de 2018, se inauguró el Festival de Berlín con una película de animación titulada “Isla de perros”, cuyo argumento es muy similar al de la novela: todas las mascotas caninas de Megasaki City son exiliadas a una isla que es un vertedero, un niño de doce años emprende un viaje para buscar a su perro extraviado. Aunque la historia se repite con los mismos errores en otro lugar y en otro tiempo, siempre cabe esperar la llegada del héroe: "Me gusta que leas libros, en ellos puedes encontrar la sabiduría que ha acumulado la humanidad durante siglos. Leer es como conversar con personas sabias".