El rayo azul (Marie Curie, descubridora del radio)

María Sklodovska, conocida años más tarde como Marie Curie, nació en Varsovia en el seno de una familia de escasos medios. Mientras su infancia transcurrió en la Polonia ocupada por los rusos, de joven logró viajar a París para estudiar física y matemáticas, y allí conoció al físico Pierre Curie. Comienza entonces, en un pequeño cobertizo, una de las grandes aventuras científicas de todos los tiempos. Gracias al esfuerzo, la perseverancia y el compromiso con la ciencia, descubrirá el radio, que posee propiedades terribles, pero que, sabiamente dirigido, puede ayudar a curar el cáncer.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2014 Anaya
148
978846786092

Ilustraciones de Ana Bustelo

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

3

Libros relacionados

Comentarios

Imagen de amd

Biografía novelada sobre la célebre científica Marie Curie, narrada en primera persona (de forma ficcional) por su hija menor Ève, que de hecho publicó una famosa biografía sobre su madre en 1937, con la que obtuvo un gran éxito y fue traducida a varios idiomas y reeditada un buen número de veces. Para escribirla, su hija Ève viajó a Polonia para conocer de primera mano datos sobre la infancia y la juventud de su madre, y poder entrevistarse con familiares y amigos que le aportaron fotografías y documentos de este primer período de su vida.
En el relato que nos ocupa, la acción comienza en el año 1995, cuando los restos mortales del matrimonio Curie fueron trasladados a París para ser enterrados con todos los honores en el Panteón de Hombres Ilustres. Homenaje póstumo a estos dos grandes científicos, organizado bajo la presidencia de Mitterrand y con la asistencia de grandes personalidades, como el presidente polaco Lech Walesa, así como sobresalientes científicos, profesores y alumnos de todos los ámbitos universitarios, un sentido homenaje a los “grandes científicos de principios del siglo XX, fervientes idealistas que en sus modestos laboratorios habían arrebatado al átomo sus secretos más íntimos” (p.13).
Una mujer única en la Historia de la Ciencia de todos los tiempos, reconocida como una gran investigadora en 1911 cuando la ciencia era solo patrimonio de los hombres: Marie Curie fue la primera mujer doctora en Ciencias, la primera mujer profesora de La Sorbona, y la primera mujer en recibir el Premio Nobel que obtuvo en dos ocasiones, en 1903 en Física, compartido con su esposo, y en 1911 en Química. Pierre Curie, experto en Física, y Marie, experta en Química, entremezclaban su letra en los escritos: grandes hallazgos para la ciencia y una gran historia de amor. Su entusiasmo, su obstinación en el trabajo, el rigor y la moderación, el esfuerzo generoso y desinteresado fueron la base que fundamentó la ética científica.
En 1933 en Madrid, en su Discurso en la Residencia de Estudiantes, pronunció las siguientes palabras: “Estoy entre quienes creen que la ciencia tiene una gran belleza. Un científico en su laboratorio no es solo un técnico. También es un niño ante un fenómeno natural, tan impresionante como el mejor cuento de hadas”.