El sí de las niñas

La joven doña Francisca (Paquita), que ha sido educada en un convento de monjas de Guadalajara, es destinada por su madre, doña Irene, para esposa del anciano don Diego. La joven, a su vez, está enamorada de don Carlos, un militar que es sobrino de don Diego. La acción transcurre en una posada de Alcalá de Henares a la que acude don Carlos para impedir la boda de su amada sin saber que es la prometida de su propio tío. Cuando logra enterarse del propósito de éste, don Carlos renuncia a su amor, pero el bondadoso anciano comprende que los jóvenes se aman y es él quien generosamente se sacrifica, bendiciendo la unión de doña Francisca y don Carlos, contra los deseos de la autoritaria doña Irene.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1993 Castalia
288

Editada junto a "La Comedia Nueva"

1989 Cátedra
165

Decimoquinta edición. Colección: Letras Hispánicas. Contiene además: Vida del autor, su obra y el análisis de El sí de las niñas.

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Imagen de Rubito

Se estrenó el 24 de Enero de 1806 en el Teatro de la Cruz de Madrid con gran éxito pero llevaba escrita desde 1801. Algunos expertos consideran la obra como casi autobiográfica por las similitudes que tiene con las relaciones entre Moratin y Paquita Muñoz si bien otros piensan que hay que descartar esta suposición por haber escrito la obra, al parecer, antes de conocer a Paquita. Otros piensan que fueron los amores con Sabina Conti los inspiradores de la obra. Lo que parece segura es la influencia que tuvo en Moratín "Entre bobos anda el juego" de Rojas Zorrilla y la comedia de Marivaux, "L'ecole des mères".
La comedia se ajusta a la rigurosa ortodóxia Neoclásica: tres actos, de nueve, catorce y trece escenas y un solo lugar donde se desarrolla la acción, que empieza a las siete de la tarde y acaba a las cinco de la mañana del día siguiente.
Tiene un sentido docente, un afán didáctico hacia los padres de las futuras esposas a las que no dejan decidir quien será su marido, con las enormes consecuencias negativas que esto conlleva. Es una crítica social y comprometida que aparece , de forma expresa, en las palabras de D. Diego en la escena octava del acto tercero.
Se recomienda leer esta obra de teatro en ediciones que adjunten información adicional como es la decimoctava ya que proporcionará mas luces sobre el tiempo, lugar y sociedad en la que se escribió la comedia.
Como anécdota curiosa se dirá que el propio autor dijo que " sin chocolate y teatro soy hombre muerto", cosa que le ocurre al que escribe esta reseña con el solo cambio de "teatro por lectura"

Imagen de LYA

El sí de las niñas es una obra clave en la historia de la literatura española. Con ella, además de alcanzar su plenitud la preceptiva neoclásica, se abre un modelo dramático cuya influencia perdura hasta nuestros días.
En esta obra el autor reivindica el derecho de los jóvenes al matrimonio por amor y no por imposición familiar. Desde un tono de bondad amable, El sí de las niñas es un alegato contra los métodos educativos de la época en los mismos inicios del siglo XIX, hecho por un autor dramático que, por ilustrado, trataba de educar desde las tablas.