En busca del Tesoro de Kola

En Isla Kola la sequía había ocasionado que el dinero dejase de tener valor. Todo se medía por el agua y con ella se vendía y se compraba. Allí, el joven huérfano Omar recibe, de manos de un extraño mensajero con forma de oso, una carta casi indescifrable en la que se menciona el famoso Tesoro de Kola. Y así, aquel día, un oso, un mensajero y un niño comienzan una aventura que los conducirá a través de las cuatro regiones de Isla Kola, sin sospechar que una amenazante sombra los iba siguiendo.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2011 Edebé (colección Tucán)
228
978-84-683-0161

Ilustraciones: Agustín Comotto

Premio Edebé de Literatura Infantil

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Entretenido relato en el que se narra el viaje de un variopinto grupo de personajes en busca de un misterioso tesoro perdido. Como siempre (o casi), se trata de un viaje iniciático, de formación y de madurez, en el que poco a poco los personajes principales van creciendo en todos los aspectos. Entre ellos, destaca el protagonista Omar, un niño huérfano, que recibe una enigmática carta escrita en un lenguaje críptico: una antigua lengua que ya casi nadie sabe ni hablar ni leer. Intrigado por el contenido del mensaje, el niño decide emprender la marcha para descifrar la carta y llegar hasta el tesoro.
A esta expedición se irán uniendo personajes muy dispares: un oso que habla, una prodigiosa niña menguante, una langosta como animal de compañía, etc. Las aventuras y los obstáculos que deben superar juntos harán crecer entre ellos unos fuertes lazos de amistad, y con esta unión lograrán llegar felizmente a la meta propuesta. De la misma forma que los personajes son propios de un relato fantástico, también la acción se desarrolla en un espacio imaginario: la denominada Isla Kola, con su Desierto Rojo, su bosque de baobabs, el territorio de los “aviesas” o el reino de la Princesa Papina, todo un mundo de fantasía presentado de forma amena y con abundantes diálogos.
Pero, como dice la autora en la presentación de su obra, lo más importante de esta novela es que los lectores aprendan a valorar la esencia de las cosas, más allá de lo puramente material, “porque las apariencias son un obstáculo para encontrar los auténticos tesoros”.