George Sand

Biografía de la novelista francesa George Sand, cuyo verdadero nombre fue Aurora Dupin. Fue hija de un oficial de Napoleón y de una mujer de vida alegre. En su juventud estuvo casada y tuvo dos hijos.

Destacó como novelista, pero sobre todo por su promiscuidad afectiva y por vestirse y actuar como un hombre.

Trató y compartió su vida con escritores y músicos como Jules Sandeau, Alfred de Musset, Franz Liszt o Federico Chopín. Incluso con un teórico de la revolución tan conocido como Proudhon.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1959 AHR
325
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En un momento en el que está de moda la llamada ideología de género, el caso de George Sand resulta un interesante tema de estudio. En su tiempo fue escandaloso, hoy resultaría trivial.

Maurice Dupin, padre de Aurora, murió joven y élla quedó al cargo de su abuela paterna en el castillo de Nohant. Sus compañeros eran los pastores y los mozos del servicio. Su abuela la internó en un colegio de religiosas, pero allí se acentuó su rebeldía.

A los diez y ocho años se concierta su boda con el barón Dudevant y éste se impone inmediatamente: "Os habeis olvidado -dice a su esposa- de que ahora el dueño de todo, incluída vos misma, soy yo" (pág.93). Ella escribirá más adelante: "Casimiro destrozó mi pudor y mi cuerpo con la brutalidad de un antropófago" (pág.89). Dudevant fue infiel a su esposa, dilapidó sus caudales y le hizo dos hijos. Aurora resume sus sentimientos de esa época en una frase: "Cuando no hay amor hay sacrificio" (pág.92). Cae en una profunda depresión y comienza a coquetear con otros hombres hasta enamorarse del escritor Jules Sandeau.

Con motivo de una agresión de Dudevant a su esposa el matrimonio decide separarse. Aurora viaja a París para reunirse con Sandeau. De la convivencia entre ambos surgirá en Aurora la vocación de novelista, el nom de guerre George Sand y la costumbre de vestirse de hombre. Su espíritu rebelde rechaza la sumisión que se esperaba en aquella época de una mujer y no encuentra mejor solución que llamarse, vestirse y fumar en público como un hombre. Mientras tanto sus hijos quedan a cargo de Dudevant.

Los enamoramientos de Sand son torrenciales. Se acerca a aquellos hombres a los que admira, lo que sugiere la nostalgia del padre perdido. Sus amantes son más jóvenes que ella y les llama "mis niños", pero se cansa pronto de ellos. A algunos los conserva mientras le son útiles y siempre que quede claro que no les asiste ningún derecho sobre ella. En una carta confiesa que su problema con los hombres es la intimidad; no sabe qué hacer con ellos y le aburren. Su ambiente son los cafés y reuniones en los que es el centro de atención. Su espíritu maternal solo aflora cuando aquellos estén enfermos y tenga que cuidarlos. Así le pasó en Venecia con Alfred de Musset o con Chopín en la isla de Mallorca.

Mientras tanto trabaja. Publicó más de sesenta títulos en los que refleja sus vivencias y el ambiente que la rodea. En ocasiones su mente bordea la locura, se sentía cercada por la soledad y una vez intentó envenenarse con láudano. En su madurez se apasiona por la política, toma por amante a un lider obrero y se declara republicana e incluso comunista; todo ello sin modificar su nivel de vida. El espíritu revolucionario le dura hasta que teme ser ella misma la víctima, momento en el cual se retira a su castillo de Nohant.

Siempre despreció a su madre por considerarla una mujer vulgar (84). Interrogada sobre si es feminista responde: "¿Feminista yo? Me guardaré mucho de serlo. Yo no invoco una absoluta igualdad con los hombres. Yo pido libertad en el amor" (pág.128). En consecuencia despotrica contra el matrimonio indisoluble y contra la religión que lo defiende. Como suele ocurrir en estos casos fue su hija Solange la que le dió sopas con honda y se casó con un hombre malo, que había sido amante de la madre. Aurora trató de oponerse sin éxito. El matrimonio no duró, pero élla quiso intensamente a sus nietos. Falleció en 1876.