Harry Potter y la cámara secreta

Tras derrotar una vez más a lord Voldemort, su siniestro enemigo, en Harry Potter y la piedra filosofal, Harry espera impaciente en casa de sus insoportables tíos el inicio del segundo curso del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Sin embargo, la espera dura poco, pues un elfo aparece en su habitación y le advierte que una amenaza mortal se cierne sobre la escuela. Así pues, Harry no se lo piensa dos veces y, acompañado de Ron, su mejor amigo, se dirige a Hogwarts en un coche volador, porque no llegan a tiempo para coger el autobús que les lleva hacia el colegio y porque no consiguen pasar por la pared que les lleva hasta el tren que les corresponde coger. Este año también comienza en el colegio de la magia Ginny, la hermana pequeña de Ron.

En el colegio comienzan a suceder acontecimientos extraños: personas que son atacadas o petrificadas. Todos temen que alguien haya abierto la cámara de los secretos, que hacía 50 años fue abierta y sucedieron acontecimientos similares a los que ocurren ahora en el colegio de los magos. Incluso en un momento una gran mayoría del colegio llega a sospechar de Harry porque sabe hablar pársel (el lenguaje de las serpientes, poder atribuido a las fuerzas oscuras). Sin saber quién ha abierto la cámara de los secretos, dejando escapar una serie de monstruos peligrosos, Harry y sus amigos tendrán que enfrentarse con arañas gigantes, serpientes encantadas, fantasmas enfurecidos y, sobre todo, con la mismísima reencarnación de su más temible adversario al que, por tercera vez consigue vencer, a pesar de la expulsión de Hagrid y el reemplazamiento de Dumbledore por una temporada. Lo importante es encontrar al heredero de Slytherin y ese objetivo es perseguido con astucia por Harry y sus amigos.

De manera paralela, continúan los enfrentamientos con Malfoy y sus compañeros (de los que sospechan al principio Harry y Ron). Al final consiguen descubrir donde se haya la cámara de los secretos y, es Harry de nuevo el que debe enfrentarse a lord Voldemort, al que derrota ayudado por el fénix de Dumbledore, que acude en su ayuda cuando le demuestra auténtica fidelidad, y del sombrero seleccionador.

Al final del libro Dumbledore le explica a Harry que lo importante no son nuestras habilidades sino nuestras elecciones. "Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades". Esta explicación tiene su origen en aclarar a Harry que él tiene que estar en Gryffindor y no en Slytherin (porque el sobrero seleccionador estuvo a punto de mandarle a esta segunda casa), sin embargo escucho el pensamiento de Harry: a Slytherin no, por favor, no. Dumbledore también le aclara que sabe hablar pársel porque cuando lord Voldemort le atacó la primera vez le transfirió parte de sus poderes, pero no la maldad de su corazón.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Salamandra
286
978-84-9838-267-9
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