La exposición
Cuento, pieza teatral o libreto de ópera, "La exposición" escenifica el destino del pintor triestino Timmel, que murió en un manicomio. Los trazos de su vida errante se reconstruyen a través de coros de voces y de cosas que dicen las verdades demenciales del mundo. El último libro de Claudio Magris es a la vez violento y tragicómico, recrea la historia de un hombre que busca salvarse en el olvido y se debate en la contradictoria necesidad de matar el pasado y de hacerlo vivir, de amar la vida y de sofocar este amor que tanto dolor provoca, enfrentándose con la existencia a la vez fascinante e insostenible.
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Un pequeño libro narrativo, de ambigua clasificación, pues puede ser considerado un cuento, un libreto operístico o una pieza teatral sobre la azarosa vida del pintor triestino, de origen vienés. La obra tiene mucho de delirante, de poética, de fragmentaria y tragicómica, de patética y a la vez abierta y esperanzada. Desde luego mueve, impacta y aunque en algún momento parece derivar hacia la incoherencia surrealista, no deja de ser un retablo expresiv de un mundo bien determinado en sus coordenadas geográficas, históricas y culturales. Y de un drama humano cuyo protagonista llega a hacerse cercano al lector.(de Ángel García Prieto. )
La exposición, un breve libro donde se mezclan todos los géneros, -una expresión babélica, dice Magris-, y donde permanece la añoranza permanente de querer dormir, es el trabajo más autobiográfico de este autor italiano, que cada vez se siente más atraído por España. "Se podría decir que el libro es una autobiografía desplazada. Es una obra de teatro que cuenta la historia de un pintor de Trieste que vivió toda su vida en un manicomio, y yo no estoy loco, pero sí sale de la expresión vivida", recalca el autor.
Cuento, pieza teatral o libreto de ópera, como nos indica la propia editorial, Anagrama, en la portada del libro, la nueva obra de Claudio Magris pone en escena el destino minúsculo de un hombre, un pintor triestino Vito Timmel, que murió eun un manicomio; y de su anárquico y regio temperamento autodestructivo.
Los trazos de esta vida errante se reconstruyen a través de sus propias palabras y las de sus amigos, carceleros o voluntariosos enfermeros, camaradas de las tabernas o de los estudios de arte, personajes sanguíneos y enmascarados, mujeres amadas con pasión y perdidas con ferocidad, coros de voces y de cosas que dicen las verdades demenciales del mundo, en una forma que es al mismo tiempo provincial y universal.
Este italiano, traductor de Ibsen, Kleist y Schnitzler y autor de obras como 'El Danubio' (Premio Internacional Antico Fattores y Premio Bagutta), 'Otro mar' (Premio Europeo Agrigento, Premio Palazzo al Bosco y Premio Pannunzio), intenta con esta obra comprender las razones del fracaso vital y las razones que nos empujan a seguir adelante, a levantarnos cada día con la intención de ver el sol y de dar un paso más, después del otro. Sin embargo, entre líneas, podemos encontrar muchas de las claves internas y personales del propio autor. Tal y como él mismo ha manifestado, en la literatura muchas veces se producen desplazamientos, donde se cuentan cosas profundas que se sienten de verdad.
La exposición es la historia narrada como después de un diluvio, donde un hombre busca salvarse en el olvido y se debate entre la contradictoria necesidad de matar el pasado o de hacerlo vivir, de amar la vida y de sofocar un amor que tanto dolor le provoca. Un amor, quizá, como el que sintió Claudio Magris por su mujer Marisa Madieri, fallecida hace ya cinco años.