La perspectiva cristiana

Julián Marías (España, 1914) no es un teólogo profesional, pero es un hombre de fe que piensa a fondo. El título da pie a esta peculiar tonalidad bajo la que, según él, todo pensador cristiano contempla inevitablemente la realidad. ¿Cuáles son las coordenadas básicas del punto de vista cristiano? Marías hace un comentario del quid específico cristiano desde un punto de vista filosófico que podríamos llamar «dinámico». Esto se nota en el énfasis que pone a la «historicidad» del cristianismo y al concepto de persona como ser «proyectivo». Ello confiere una peculiar sensibilidad para lo efímero: el cristiano es verdaderamente coautor de la historia del cristianismo, aunque esa historia le trascienda. Y en esa historicidad hay momentos de surgimiento y de plenitud, pero también de infidelidad e inconstancia. Además, está la persona que no es una cosa sino un «proyecto» y es el único ser que interroga al mundo y el único, también, en el que Dios ha decidido encarnarse. De ahí que Marías considere que la antropología debe entrar a dinamizar la perspectiva cristiana tradicional. El libro se lee con gusto, es asequible a todas las mentalidades y bolsillos, y constituye un pequeño breviario de este filósofo.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1999 Alianza Editorial
139
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4
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3.6
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A la muerte de Julián Marías se ha destacado su la honestidad de su vida y de su quehacer intelectual. Ha sido un hombre coherente que no ha ocultado su fe católica y que, a diferencia de su admirado Heidegger, esa fe le ha ayudado a conocer mejor toda la realidad, sin disminuir su rigor intelectual como filósofo. Esta Perspectiva Cristiana es una obra pequeña de tamaño pero grande en los planeamientos de fondo. Él mismo escribe en el Prólogo que este libro responde a reflexiones hechas durante más de sesenta años, a lo largo de toda vida, en realidad. Cuando predomina el relativismo hace falta tener perspectiva para ver la importancia de cada acontecimiento, y mejor una perspectiva cristiana para ver la realidad de Dios como amor, el dramatismo de la vida humana, la irrepetible riqueza de la persona, la hostilidad al cristianismo a lo largo de dos mil años, y la innovación radical que supone el cristianismo. Una obra que vale la pena conocer o releer, y asequible a cualquiera. En suma, un buen regalo de Navidad.

JOL