La primera detective de Botsuana

"La primera detective de Botsuana" (Umbriel) o "La 1ª agencia de mujeres detectives" (Punto de Lectura) son la misma obra con dos traductores y editores distintos. Me gusta más la edición de Punto de Lectura, pero es una impresión personal. Nos encontramos ante una obra primeriza de su autor, la primera de la serie de Mma Ramotswe, con las virtudes y defectos de éstas. Entre las virtudes destaca la intuición del autor que ha sabido ver en el país africano un filón de donde extraer sus personajes. Sobre los defectos hay que citar la excesiva casuística del relato, que McCall Smith corregirá en las siguientes novelas de la serie. La figura de Mma Ramotswe está tan clara que nos hace pensar que se trata de una persona de carne y hueso que el autor ha conocido. Es una mujer gruesa –tipo africano lo denomina humorísticamente el autor-, de unos treinta y cinco años y que ha tenido una infancia simultáneamente feliz y desdichada. Huérfana de madre se ha criado con su padre, Obed Ramotswe. Cuando alcanza los diez y seis y termina sus estudios, Obed la quiere poner fuera del alcance de esos jóvenes inconscientes y crueles que tanto daño causan a las chicas africanas. Para ello la envía a trabajar con una tía en otra localidad. En el único lugar donde Pretious está sin vigilancia es en el autobús que la lleva desde una casa a la otra los fines de semana. Allí conocerá al trompetista de jazz Note Makoti y ahí terminan simultáneamente su juventud y las ilusiones de Obed de conseguir un buen marido para su hija. En un tiempo record Note corteja a Pretious, la seduce, la embaraza, se casan, la maltrata y por fin la abandona. La naturaleza no necesita demasiado tiempo para engendrar una vida o destruir unas ilusiones. El bebé morirá a los pocos días de nacer intuyendo quizá que no lo ha hecho en un buen momento. Dejará en el recuerdo de Pretious una sombra de dolor. Cuando fallece su padre, Mma no quiere depender de un hombre y con la herencia monta una agencia femenina de detectives. Dos son las ideas que nos quiere transmitir McCall Smith. La primera la de las peculiaridades, buenas y malas, de la vida africana. Entre las malas está la pervivencia de la hechicería y la carencia de derechos de las mujeres, como Mma Ramtswe no se cansa de recordar. La segunda es la de la bondad del alma africana, no previamente corrompida, que se pone de manifiesto en Mma Ramotswe y sus colaboradores. El autor nos ofrece destellos de una literatura excelente cuando describe el paisaje de Botswana, pero no es eso lo que pretende. Su intención es darnos a conocer la vida en África bajo una capa de humor amable y en ocasiones resignado. Casi al final del libro Mma Ramotswe profiere un grito que es en realidad el grito de McCall Smith: "Había tanto sufrimiento en África que lo cierto es que daban ganas de encogerse de hombros e irse, pero no puedes hacer eso –dijo para sí-, simplemente no puedes"