Los paraísos perdidos

Al contemplar a los llamados hippies de los años 60 en Ibiza, el autor se pregunta cual es su ideal de felicidad y si se puede construir una vida feliz sobre las bases del ocio y la libertad. Busca precedentes de esta actitud en la historia y la literatura.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1971 Plaza y Janés (Círculo de lectores)
219
mkt0004575352

Subtítulo: La actitud hippie en la historia.

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El hippismo es un movimiento cultural y contestatario aparecido en los Estados Unidos de América en los años 60 y 70. Se basaba en el rechazo de la sociedad de consumo, la vuelta a la naturaleza en sus aspectos más lúdicos, el consumo de drogas, la negación de cualquier disciplina comenzando por la necesidad de trabajar, y un cierto deseo de paz. El autor comienza la búsqueda de precedentes a esta actitud en la literatura religiosa. Tanto la Biblia como el Corán hablan de sendos paraísos: el Jardín del Edén en el Génesis y el Edén de las huríes en el texto islámico. Concluye que en ambos casos se entiende por paraíso "una naturaleza sin dolor" (pág.17) en la que predominaría el ocio.

En la historia son los griegos los primeros que hablan del ocio, que da lugar a la filosofía, al arte y las competiciones deportivas. Entre los romanos, las escuelas estoica y epicurea desarrollan una filosofía de la felicidad y los poetas Horacio y Virgilio defienden la vuelta a la naturaleza como un ideal de vida. La Edad Media y el Renacimiento mantienen el mito de la vida pastoril como modelo de felicidad, mientras que los privilegiados entretenían sus ocios con actividades físicas como la caza y los torneos, y culturales como la poesía, la música y la danza.

En nuestros días el ocio se ha extendido a clases sociales más amplias, que pueden disfrutar de todo lo anterior: contacto con la naturaleza, viajes, deporte, fiestas, manifestaciones culturales y espectáculos. Algunos sociólogos han hablado de una civilización del ocio y se preguntan qué harán los hombres cuando sean las máquinas las que hagan todos los trabajos. Se trata de una pregunta retórica ya que, si bien los avances tecnológicos destruyen puestos de trabajo, es igualmente cierto que dan lugar a la creación de otros nuevos.

Por lo que se refiere a la libertad entendida como ausencia de disciplina, el autor se remite a la literatura del Siglo de Oro español. En ésta, hidalgos sin hacienda, pícaros y aventureros protagonizan la literatura picaresca y las mismas obras de Miguel de Cervantes. Siglos más tarde es la literatura romántica la que pone su atención en personajes tan característicos como el bandolero, el gitano o el artista. Muy de pasada el autor se refiere al santo como persona que vive fuera de las normas generalmente observadas, y pone como ejemplo a San Francisco de Asís o Santa Teresa de Ávila.

El autor considera a todos ellos antecedentes de una actitud hippie ante la vida, pero no profundiza en las consecuencias éticas y sociales de la misma. El volumen está formado por artículos breves poco hilados entre si, muy de divulgación; fáciles de leer pero poco significativos.