Los viajes de Gulliver

Hasta ahora siempre había conocido esta obra en su versión infantil. Por eso me ha sorprendido leer la narración original. A lo largo de sus viajes a tierras desconocidas el protagonista describe situaciones de lo más pintorescas, fantásticas, peligrosas o -¿por qué no?- absurdas... Pero en realidad, a lo largo de estas historias, lo que el autor hace es una crítica feroz a la sociedad británica de su tiempo. En el mundo de fantasía, cualquier lugar desconocido se puede volver hostil, y nuestro instinto de conservación hace temibles y amenazadores a todo el que se aparte de nuestra "normalidad". Los prejuicios afloran ante lo desconocido. Al estilo de Robinson Crusoe, este libro es fundamentalmente un libro de viajes, tan de moda en esa época, pero su autor lo que hace es una parodia, sirviéndose del estilo de los libros de viajes, pero nada parecido. Con las descripciones hace una crítica aguda a su entorno, apareciendo los personajes con formas casi de caricaturas en su forma de ser y de actuar. Es una obra realmente compleja en sus intenciones y refleja en cierto modo la vida que él llevaba, siempre en medio de polémicas sociales, políticas y religiosas (de finales de siglo XVII y principios del XVIII), entre irlandeses e ingleses, católicos y protestantes, unos opresores y otros dominados y empobrecidos. Además tuvo muchos conflictos afectivos y enfermedades lo que le fue convirtiendo en un ser deprimido, resentido y misántropo. Critica a la Justicia, la ambición, el mundo de la Ciencia y de la cultura, a la razón, a la clase política, etc. En cierto modo y en algunos aspectos su temática es universal y abarca un mundo de vicios y valores. Vale la pena leerlo.