Música para feos

Esta novela de Lorenzo Silva no pasará a la historia, pero nos dice una serie de cosas interesantes sobre su autor. El título está tomado de una balada de Leonard Cohen. En la novela, Mónica y Ramón intercambian canciones que tienen para ellos un significado especial, íntimo; al incorporarlas al texto las canciones sirven también para relajar el ritmo de la narración.

En "Música para feos", el autor demuestra que es perfectamente capaz de tratar las cuestiones afectivas y sentimentales con la misma maestría con la que ha tratado los asuntos criminales, en la célebre serie de novelas de investigación de Bevilaqua y Chamorro. En ésta, refleja la sensación de fracaso sentimental que hoy aqueja a tantos hombres y mujeres. Mónica ha tenido una larga relación con un hombre casado, que además era su jefe en el periódico; y sale de la misma sin pareja y sin trabajo. Por su parte, Ramón está divorciado y su "ex" ha puesto al hijo de ambos en su contra; hoy el chico se niega a tratar con su padre.

Lorenzo Silva vuelve a utilizar el argumento del Ejército y la guerra. Ya lo había hecho al escribir sobre la guerra de Marruecos en 1921 o de la más reciente de Irak. En "Música para feos", el autor plantea la mala imagen que puede tener el Ejército en España para una parte de la población. El autor nos acerca a esos hombres y mujeres, españoles, que se juegan la vida en los escenarios más ingratos del globo, y nos hace preguntarnos si el patriotismo tiene algo que ver con el aprecio a esta institución, el Ejército, que representa a España y a los españoles fuera de nuestras fronteras.