¡Ñiiiá… Félix!

En este libro conocerás a Félix, a su hermana Tina, a sus padres y abuelos, y a Bonzo, el perro de Félix. Cuando algo sale mal, Félix dice «¡Ñiiiá!» y le parece que así se siente mejor.

Ediciones

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1989 Rialp
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Como tantos otros libros de literatura infantil, esta obra nos narra la vida de un niño alegre, vivaz y un tanto travieso llamado Félix. A lo largo del relato podemos apreciar, desde la perspectiva de Félix, la manera en que un niño de unos seis o siete años va aprendiendo a pensar y a actuar, a relacionarse con los demás, a afrontar nuevas situaciones. La originalidad de esta narración radica en la personalidad que la autora ha dado al personaje principal: un niño realmente singular que se hace querer por todos… Una de las aportaciones más valiosas que puede hacernos este cuento es la sencillez e ingenuidad que percibimos en los niños de estas edades. Esto se verifica en un fragmento del libro en el que Félix ha tenido una discusión con un compañero del colegio. Su reacción al llegar a casa es contarle a su madre todo lo ocurrido, sin preocuparse del posible regaño que se le vendría encima; y es que no le cabe en la cabeza ocultarle tal cosa a su madre. También la personalidad de la madre tiene algo que decirnos. En ella podemos tener un modelo de aquellas virtudes que debe de tener una buena madre, como la paciencia, la compresión, el amor y el deseo de mejora de los hijos, entre otros muchos valores. Vemos que nunca pierde la paciencia, que le explica cariñosamente a Félix las cosas que ha hecho mal. Aún más, podemos subrayar la idea de que si Félix procura mejorar y crecer interiormente se debe a que su madre lo estimula y ayuda, lo corrige y le enseña cómo debe hacerlo. En este aspecto, … Félix es un libro que puede ser interesante no solamente para los alumnos del primer ciclo de Primaria, sino también para los maestros de esta misma etapa. Entrevista a Félix. Redactar las preguntas e imaginar el tipo de respuestas que haría un niño como Félix. Estas entrevistas pueden posteriormente leerse a todos los compañeros. Entresacar algunas situaciones del libro en las que vemos que Félix no ha actuado del todo correctamente, bien por descuido o bien porque no sabía cómo reaccionar. Cada alumno debe pensar cuál es la actitud correcta en cada situación e intentar plasmar esa situación en un dibujo. Imaginar que cada uno de los alumnos es el protagonista del cuento y narrar su propia historia. Se pueden leer los cuentos por grupos para ayudar a los alumnos a conocerse unos a otros. Patricia Ramos