No olvidéis el amor

Biografía del franciscano polaco Maximiliano Kolbe. Murió en el campo de exterminio de Auschwitz el 14 de agosto de 1941. Fue canonizado como mártir por S.S. Juan Pablo II el 10 de octubre de 1982.

Al despedirse, camino de la deportación a un campo de concentración en 1939, Maximiliano Kolbe dijo a sus compañeros franciscanos las palabras que dan título a esta obra: "No olvidéis el amor". Partiendo de documentos inéditos, el autor relata con maestría las aventuras y el final heroico de un joven polaco de familia muy pobre y que provocaba la admiración de sus maestros por las muchas dotes que poseía. Su fe, su fuerza y su energía llenaron de éxito todas las empresas que emprendió. Poco antes de la última guerra, dirigió una verdadera "ciudad mariana", el convento mayor del mundo con setecientos franciscanos. 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1995 Palabra
178

Subtítulo: La pasión de Maximiliano Kolbe.

2018 Ediciones Palabra
184
978-84-9061-680-2
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El episodio más conocido de la biografía de Maximiliano Kolbe es el de su muerte en Auschwitz. El religioso se ofreció a morir en lugar de otro preso que había sido condenado. "Soy sacerdote católico" –le dijo al comandante del campo el cual aceptó la sustitución. Pero Frossard no nos acerca sólo a la muerte de Kolbe sino también a su vida. En 1912 llegaba el joven franciscano a Roma para cursar los estudios eclesiásticos; allí se dio cuenta de que muchos religiosos carecían de un ideal de santidad. Una frase se fijó en su mente: "O reconstruir o derribar". En 1917, junto con otros seis compañeros y con la autorización de sus superiores, funda la Milicia de la Inmaculada. Sus miembros se comprometen a entregarse a la Madre de Dios y a extender su devoción bajo la advocación de la Medalla milagrosa. Lo que para algunos pudo ser un acto de devoción más o menos profunda, para Maximiliano constituyó un compromiso que orientaría toda su vida. Vuelve a Polonia en 1919 pero la tuberculosis se había cebado en él y los religiosos se preguntan si es prudente convivir con un enfermo; Kolbe tiene que pasar un año en un establecimiento de recuperación. Cuando a su vuelta plantee fundar una revista que sostenga e impulse la devoción mariana en Polonia los franciscanos temen tener que pagar las iniciativas de este fraile soñador. Kolbe se compromete a sostener la revista con suscripciones y limosnas. Los Hermanos tampoco entienden la espiritualidad de Kolbe, que parece sustituir la fe en Jesucristo por el amor a la Virgen Santísima. Con el tiempo se vería cómo la Madre iba a llevar al religioso hasta la cruz de su Hijo. Con las ayudas que recibe, Kolbe empieza a editar "El caballero de la Inmaculada" que pronto alcanza una gran tirada. A continuación edifica la "Ciudad de María", mitad convento y mitad taller, donde religiosos y novicios editan "El caballero de la Inmaculada", un diario católico y otras revistas de devoción. Kolbe, viendo que la obra ya está en marcha, piensa en erigir otra Ciudad de María en la diócesis japonesa de Nagasaki. Los superiores, rendidos ante la evidencia, le dejan hacer y otros franciscanos le acompañarán a Japón. El 24 de mayo de 1930 se imprime el primer número en japonés de "El caballero de María sin pecado". Kolbe plantea extender su obra hasta la India, pero su salud se lo impide y en 1936 vuelve a Polonia. Allí dirige la "Ciudad de María". El 1 de septiembre de 1939 Alemania invade Polonia y el 28 de marzo de 1941 el religioso es detenido y enviado a Auschwitz. La última recomendación que deja a sus hermanos es "No olvidéis el Amor". Cinco meses más tarde, a los cuarenta y siete años de edad, Kolbe entrega su vida para salvar la de un padre de familia condenado a muerte. Juan Pablo II le declaró "mártir de la caridad". La prosa es la habitual de Frossard: nada densa, con abundantes comparaciones luminosas y fácil de leer; no trata de hacer historia sino trasmitirnos el hermoso camino de santidad que siguió Maximiliano Kolbe.