Paradoja del interventor

Un hombre baja del tren en una estación para llenar una botella de agua, pero el tren se va y se queda allí con lo puesto. A partir de ahí, se inicia una vida sin pasado y sin futuro, en un ambiente provinciano y decadente.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Tusquets
229
978-84-8310-332-6

Novela realista y simbólica sobre el sentido de la existencia, en un tono más bien escéptico, nihilista y bastante negativo sobre la condición humana. Bien escrita.

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Comentarios

Imagen de Quico

Coincido con la reseña de Cattus totalmente. Quizá se salve la relación entre dos gemelos, uno guardabarreras y otro afilador. Pero sólo eso...

Imagen de cattus

Esta novela ha sido bastante elogiada por la crítica. A su favor, tiene una prosa muy cuidada, un ritmo bien conseguido, que atrae al lector, a pesar de que la historia es bastante deprimente, pues el protagonista se mueve en la sordidez de la mendicidad y del desarraigo. Los demás personajes con los que se relacionan son en su mayoría gente depauperada o loca y sin horizontes vitales. En esa parábola de la exsitencia humana, parece que no hay más que fatalismo, maldad y falta de sentido. La bondad del protagonista choca una y otra vez con la maldad de los demás, con el egoísmo y con la incomprensión. Al final, uno se pregunta si de verdad la vida es sólo esto, si no hay lugar para el bien, para la generosidad... Novela de trasfondo nihilista y escéptico, más de lo mismo -hoy tan en boga-, aunque eso sí dicho con un estilo original y preciso.