Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades

El autor, ínclito profesor de humanidades en Yale y de inglés en la Universidad de Nueva York, ha recogido este conjunto de poemas y relatos, como haciendo una propuesta de reconstrucción del hombre de hoy, acosado por la imagen y las prisas que nada dejan madurar según su tiempo. Por eso, en la introducción, el mismo Bloom afirma: "Tras la Primera Guerra Mundial, diversas oleadas de lo que entonces se llamaba "Modernismo" acabaron con la especulación y el asombro visionarios que dan armonía a estos "Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes"".

Ediciones

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2003 Anagrama
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Pero que nadie piense que se trata de recoger escritos para niños. Cediéndole la palabra de nuevo a Bloom: "Cualquier persona de cualquier edad que lea este volumen se dará cuenta enseguida de que no acepto la categoría de "Literatura para niños", que hará un siglo poseía alguna utilidad y distinción, pero que ahora es más bien una máscara para la estupidización que está destruyendo nuestra cultura literaria. Casi todo lo que ahora se ofrece comercialmente como literatura para niños sería un menú insuficiente para cualquier lector de cualquier edad en cualquier época. Yo leí casi todo lo que he reunido en este libro entre los cinco y los quince años, y he seguido leyendo todos estos relatos y poemas desde los quince hasta los setenta."
En la lectura encontramos una experiencia única e inigualable de crecimiento de la propia interioridad. La belleza que encontramos en los poemas y relatos bien escritos es el signo que nos remite a la verdad de las cosas, nos invita a atravesar ese misterio que es la realidad, en pos de ese meollo de la vida que todos buscamos acompañados, aunque ineluctablemente abocados a una soledad última. De ahí que la lectura sea un elemento educativo importantísimo, porque nos descubre un mundo que llevamos por dentro y nos invita a hacerlo crecer hasta su cumplimiento. Tal como nos dice Bloom: "¿Dónde nos encontramos más cómodos y al mismo tiempo más extraños? Idealmente, con nuestra familia y nuestros amigos, y finalmente, si es posible, con nuestra pareja. Sin embargo hay tantas sombras, tantas dificultades, en todo amor humano, que siempre existe algo en nuestro interior que sigue sintiéndose solo. A medida que la inteligencia y la conciencia se desarrollan en nosotros, nos damos cuenta de que lo mejor y más antiguo de nosotros es incognoscible para los demás."
Por ese algo central e íntimo que en nosotros se muestra como irreductible para los demás, afirma el autor, "un niño a solas con sus libros es, para mí, la verdadera imagen de una felicidad potencial, de algo que siempre está a punto de ser." Y nos dice esto, siendo en todo momento consciente de nuestro problema cultural. Ya en el S.XIX decía Tocqueville que en EEUU no era necesario prohibir los libros ya que nadie leía. Está claro que la tendencia se ha extendido. Pero Bloom, ante este dato, no pierde la esperanza, porque el hombre está bien hecho. Por eso afirma: "Soy lo bastante anticuado y romántico como para creer que muchos niños, dadas las circunstancias adecuadas, son lectores por naturaleza hasta que su instinto es destruido por los medios de comunicación. La tiranía de la pantalla amenaza cualquier orden en el que el valor literario o la sabiduría humana se prefieran al permanente flujo de información."
Aún bajo esa permanente amenaza a la que nuestros hijos permanecen expuestos en la medida en que crecen en este mundo y no en otro, no nos cabe más que entusiasmarnos ante el intento educativo que es la publicación de este libro, y unirnos a su espíritu con propuestas concretas. Por eso recomendamos este libro, porque el exquisito cuidado con el que han sido escogidos estos textos se convierte en una oportunidad sin igual para degustar el sabor delicado, intenso y sugerente de la mejor literatura.
Pensemos en lo que nos dice Bloom: "mis hermanas mayores, cuando yo era pequeño, me llevaban a la biblioteca, y de ese modo transformaron mi vida. Al cabo de un tiempo encontré allí mi propio camino, y nací dos veces, transportado por la poesía y la prosa". Sin sus hermanas, seguramente, Bloom no sería quién es hoy en día, ni nosotros hubiésemos conocido relatos tan absolutamente tronchantes como "Periodismo en Tennesse" de Mark Twain, o poemas tan exóticos y actuales como "Pena", de un autor menor llamado Audrey de Vere. Sin nuestra propuesta, quizá, nuestros hijos tampoco leerán nunca libros como éste: demasiadas páginas, demasiada belleza...
Jorge Martínez (archimadrid)