Retazos de una vida literaria

Con ochenta libros a sus espaldas, lo fácil sería pensar que a José Luis Olaizola no le queda ningún tema sobre el que escribir. Sin embargo, este incansable creador de impecable trayectoria literaria demuestra, de nuevo, que tiene una palabra más en la recámara en la que el protagonista es él mismo. En José Luis Olaizola. Retazos de una vida literaria, el autor echa la vista atrás para recordar los momentos más especiales del emocionante viaje de su vida.

A lo largo de sus páginas, Olaizola crea una amena y divertida crónica plagada de anécdotas e imágenes que nos permiten conocer al niño que vivió la guerra civil entre Donostia y Madrid, al mal estudiante que aprobó veintiún asignaturas de la carrera de Derecho en poco más de un año por amor a Marisa, su esposa, y al consejero delegado de un importante bufete de abogados que lo dejó todo para convertirse en escritor.

Con la maestría literaria que siempre le ha caracterizado, el ganador del Premio Planeta nos guía por sus noventa años dedicados a la escritura, la familia y la "niña de sus ojos", la ONG Somos Uno, a través de la cual lucha desde hace catorce años contra la prostitución infantil en Tailandia.

Natural de San Sebastián, José Luis Olaizola (25 de diciembre de 1927) ejerció el Derecho durante quince años hasta que decidió abandonarlo por la escritura. Ha cultivado una extensa producción contando, en la actualidad, con ochenta libros centrados especialmente en la literatura infantil, la novela y el ensayo histórico. Ha sido reconocido con múltiples galardones como el Premio Ateneo de Sevilla, por su novela Planicio; el Premio Planeta, por La guerra del general Escobar; el Premio Barco de Vapor y el Grand Prix de la Academie des Lecteurs por Cucho, entre otros.

El gran éxito de sus novelas, de las que ha vendido más de dos millones de ejemplares, le ha llevado al mundo audiovisual, donde ha ejercido como director, guionista y productor de las adaptaciones cinematográficas de sus obras. Es padre de nueve hijos y presidente de la ONG Somos Uno, desde la que lucha contra la prostitución infantil en Tailandia.