Zapatitos azules y felicidad

Mma. Ramotswe y sus colaboradores se enfrentan a nuevos casos para investigar. Por su parte Mma. Makutsi se ha encaprichado de unos zapatos azules que la hacen enormemente feliz cuando los compra, pero ¡oh desgracia! que no le permiten caminar.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2009 Suma de letras-Santillana
305
978-84-8365-092-9

Copy del autor de 2008. Octava novela de la serie

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

3
Género: 

Comentarios

Imagen de enc

Según avanza la serie de Mma Ramotswe y la agencia de mujeres detective –ésta es la 8ª novela- va perdiendo frescura y novedad. En este volumen nos encontramos frente a una superposición de casos que inciden en la triple temática de corrupción, superstición y derechos de la mujer. El autor procura dar entrada a todos sus personajes, incluido al señor Polopetski, la nueva adquisición del taller mecánico y de la agencia de detectives, pero es Mma Makutsi, contrafigura y colaboradora de Mma Ramotswe, la que va adquiriendo cada vez más un papel protagonista. Ahora que ha conseguido un pretendiente para casarse teme haberlo asustado con su profesión de feminismo. Descubrimos así que las nuevas ideas han penetrado en todas las culturas, por distintas que estas sean entre sí. Mma Ramotswe parece haber aceptado la nueva forma de ser de sus compatriotas, pero recuerda a su padre, Obed Ramotswe, el buen juez de ganado. Incluso le gusta citar a Sevetse Khama, fundador y primer presidente del Estado de Botswana. También vuelve a su recuerdo, aunque por distintos motivos, Note Mokoti, el trompetista que fue su marido y padre de su bebé fallecido al nacer. La obra aún tiene algunas escenas importantes, como el encuentro de Mma Ramotswe y Mma Tsau, la cocinera que alimenta a su marido con la comida del Hospital porque no quiere perder a su hombre, o el momento en el que Mma Ramotswe y Mma Makutsi entierran detrás de la oficina a un cálao, el pájaro negro que tenía atemorizada a una aldea. La novela termina con una agradable conversación entre dos mujeres de complexión tradicional africana –o sea gruesas-, Mma Ramotswe y Mma Potokwani. Esta última es la directora del orfanato que siempre se las arregla para conseguir algo a favor de sus huérfanos.