Zapatos de fuego y sandalias de viento

Esta narración nos presenta al hijo de un zapatero que no está satisfecho consigo mismo, ni con el ambiente en que vive. Debido a su gordura, sus compañeros de colegio se burlan de él. Su padre, que es un hombre muy bueno y con mucha imaginación, le cuenta para consolarle hermosas historias fantásticas y divertidas. El día de su cumpleaños recibe como regalo de sus progenitores unos zapatos rojos y una mochila.
Así equipado y en compañía de su padre, en cuanto llegan las vacaciones, salen a recorrer el país. Siguiendo una vieja tradición germánica, el padre arregla los zapatos de los campesinos que, a cambio, les conceden albergue y comida en sus granjas. De este modo, el muchacho va conociendo la vida del campo, corre emocionantes y divertidas aventuras, hasta que, al fin, curado de su antiguo descontento, regresa feliz a su hogar.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1987 Noguer
112
2009 Noguer
112
978-84-279-0096

Vigésima impresión del libro.

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El personaje principal es Tim, un jovencito que “casi tenía siete años” (p.7), desde el punto de vista de la moraleja y de la narración. Como otros personajes principales se pueden situar a su padre y, en menor medida, a su madre.

A mi modo de entender, el principal valor que encierra la moraleja de la historia es la autoestima o aceptación de uno mismo tal y como es. El libro plantea el conflicto que surge en Tim con su aspecto exterior a raíz de la falta de aceptación del mismo por parte de su mundo exterior, representado por sus compañeros. La resolución de este conflicto es el hilo conductor a lo largo del cual se engarzan otros valores, como puede ser el valor de la familia como fuente de la solución de conflictos, la confianza con el padre, el cariño entre los padres, el sentido del humor para afrontar las dificultades, así como otros valores de menor entidad que pueden extraerse de algunas de las breves historias.

La calidad literaria que atribuyo a esta breve pero deliciosa obra radica, sobre todo, en su carácter moralizante. En sí mismo, todo el libro es una fábula exenta de la clásica humanización de los personajes, pero con un carácter moralizante muy marcado, tanto en cuanto a la moraleja global que se desprende del relato en su totalidad, como en cuanto a las moralejas parciales de cada una de las breves historietas que se engarzan en el texto.

Resulta de especial interés la alternancia entre los estilos directo e indirecto, derivada de las innumerables historias que se relatan en tercera persona en el texto. El padre cuenta las historias, lo que le convierte en narrador que utiliza unas veces el estilo directo y otras el indirecto. Teniendo en cuenta que es una temática muy propia de la edad de 6-8 años, el libro resulta interesante también por este aspecto.

La autora hace un apunte a considerar cuando nos muestra que la edad de Tim es de “casi siete años”, situando, con ello, de algún modo, la edad del lector, que tenderá a identificarse con él. En la página web www.clubdellector.com se califica este libro como propio de 6-7 años, calificación con la que coincido en cuanto a la temática moralizante de que se trata. Teniendo en cuenta dicha calificación, el libro presenta una riqueza de vocabulario adecuada, ya que, por un lado, no contiene vocablos excesivamente raros que puedan obstaculizar una comprensión fluida del texto, pero por otro lado, aporta una serie de vocablos que sí que pueden ser objeto de aprendizaje, ya que pueden ser desconocidos por los alumnos, como es el caso de: cabriola, infinidad, regordete, lija, obsequio, mísero, menesteres, precavidos, butifarra, tararear, zigzagueaba, fragor, cobijo, tupido, añoranza, gandul, repulsiva.

Como se ha apuntado anteriormente, la principal aportación de este libro se centra, en mi opinión, en la profundidad y pertinencia moralizante del libro precisamente para los niños de la edad mencionada, y, particularmente, en el tiempo actual. De un modo general, se puede entender que la aceptación de aquellos aspectos de nuestra personalidad que no tengan aceptación desde el exterior, es uno de los principales escollos con los que se encuentra el niño en su proceso de maduración incipiente en las edades de 6-7 años, en los que el impacto con el mundo escolar saca a relucir (a veces de forma cruel) dichos conflictos. Pero, de un modo más particular, se hace referencia al aspecto de la obesidad de Tim, un aspecto tremendamente actual en los países del “primer mundo”, en los que la obesidad infantil se percibe como un problema creciente en el contexto paradójico de una sociedad impregnada por un culto al cuerpo cada vez más extendido. Se entiende, por tanto, que estos dos extremos enconan un conflicto que es hoy mucho más marcado que hace 55 años, donde se sitúa la composición del libro.

Más allá de lo aportado, mi punto de vista personal se centra en los aspectos de la traducción del alemán, tarea que me atrae muchísimo y a la que me he dedicado profesionalmente. En muchos pasajes, he reconocido de un modo muy inmediato ciertos aspectos de la traducción del original alemán que quizá a otros lectores pasen desapercibidos. Paso a enumerarlos brevemente:

  • El mismo hecho que da lugar al libro (un artesano que se pone en camino para ir ofreciendo sus servicios de aldea en aldea a cambio de alojamiento y comida) hace referencia a una costumbre profundamente arraigada en la tradición alemana, denominada “Wanderschaft”. Esta costumbre ancestral (que en muchos casos arranca de los viejos gremios medievales, los “Zünfte” en la tradición alemana), establece que los aprendices de oficios que terminan su formación, lleven a cabo un a modo de “tiempo de prácticas” que, también, abra sus sentidos y aporte a su cultura la variedad y riqueza de parajes y personas de la geografía alemana. Así, los nuevos “maestros”, ataviados aún hoy en día con los uniformes tradicionales, muchas veces de aspecto ciertamente sorprendente en nuestros días, van “de camino” (auf Wanderschaft) de aldea en aldea, aún hoy en día.
  • También profundamente arraigada en la cultura alemana es la música del caminante, recogida en muchas ocasiones en libritos y publicaciones de bolsillo para llevar consigo durante el camino. No conozco esta tradición en España, pero sí en Alemania, donde son numerosas las canciones hechas de modo expreso para el caminante, del que la autora nos muestra un ejemplo muy conocido: Wandern ist des Müllers Lust…, literalmente traducido en la versión española.
  • Algo que me ha llamado poderosamente la atención ha sido la traducción que figura en la versión española como “Halcón vagabundo”, y, que, sin ninguna duda, hace referencia al “Wanderfalke”, falco peregrinus en su denominación latina, y que, en castellano, corresponde al “Halcón peregrino”. Me ha llamado la atención lo que aparenta ser una grave inexactitud en la traducción en un libro tan profusamente editado. La denominación “halcón vagabundo”, sencillamente, no existe. Debería llamarse, por tanto, "halcón peregrino".
  • Con carácter anecdótico me gustaría mencionar la Butifarra, que aparece en una situación del libro, embutido típico de Cataluña, y que, obviamente, no existe en Alemania. Sorprende la traducción de un embutido alemán con un término localmente circunscrito como es este.
  • También en este contexto, me gustaría mencionar el concepto de “caramelo de chupón”, que a mí me resulta comprensible, pero completamente desconocido. No sé si se trata de un anacronismo digno de actualización o bien si se trata de una traducción directa de “Lutschbonbon”, muy conocido entre los niños alemanes, que se traduciría literalmente como “caramelo para chupar”, pero que en España todos conocemos mucho más por el término de “piruleta”. 
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ACTIVIDAD: Tim y su padre inician un viaje de cuatro semana en el que el pequeño Zapatos de fuego va aprendiendo diferentes lecciones de la mano de su padre. La actividad consiste en extraer tres lecciones que el progatonista aprende gracias a los cuentos de su padre:

1ª LECCIÓN. ACEPTARSE A UNO MISMO. Tim tiene complejos por ser gordito y bajo de estatura; sus amigos de clase se meten con él. Pero dejará de importarle después de escuchar la historia del corderito negro. Era el único cordero negro de su manada y todos se reían de él. Un día va al cielo y Dios le demuestra muchísimo aprecio y le dice que le gusta negro, tal y como es.

2ª LECCIÓN. EL DINERO NO ES LO IMPORTANTE. La familia de Tim es pobre y el niño sufre por ello. Todo cambia cuando escucha la historia del cerdito que encontró un tesoro; a partir de entonces, el cerdito empezó a tener miedo, temía que lo mataran, que le robaran, que lo secuestraran... Este cuento le sirvió a Tim para comprender que el dinero sólo da una felicidad aparente, y que puede ser motivo de muchas preocupaciones que antes no se tenían.

3ª LECCIÓN. TENER PACIENCIA. El protagonista tiene muchas ganas de que llegue su cumpleaños y su padre le cuenta la historia del rey que decidió cumplir años todos los días. Todos los días celebraba una fiesta con tartas y regalos, hasta que la rutina hizo que ya no fuera especial la celebración. Por eso, decidió que era mejor cumplir sólo una vez al año y aprender a esperar ese día con ilusión. (Leticia García Costoya)

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Valores: Principalmente cabe destacar la importancia de la familia, y de las estrechas relaciones entre sus miembros: padre, madre e hijo; así como la humildad y sencillez de la familia que, a pesar de ser pobres, son felices y dedican todo su tiempo al niño. En definitiva, el amor y la entrega a su hijo. Maravilloso libro, lleno de historias, anécdotas y compenetración familiar. La esencia del libro radica en las numerosas historias que el padre cuenta a su hijo, consiguiendo que el lector desarrolle su capacidad imaginativa y se sumerja en un mundo de fantasía.

Actividad 1: Para esta actividad tomaremos como referencia un fragmento del libro. Entregaremos la siguiente fotocopia a cada alumno, unido a una batería de preguntas, que les ayudará a desarrollar la comprensión lectora: "El sol brillaba con todo su esplendor y además soplaba una agradable brisa. Tim y su padre no anduvieron mucho tiempo por la carretera, pues tomaron un atajo que cruzaba  un prado. ¡Cuántas cosas podían verse aquí! Había flores que Tim jamás había visto, bonitas mariposas revoloteando como papelitos de colores o posadas en alguna flor calentándose al sol, y en la entrada del bosque divisó una salamandra de fuego. Era tan bella que a Tim le hubiera gustado acariciarla... El bosque estaba lleno de setas y de elegantes abetos. A Tim le hubiera gustado llevarse consigo todo lo que iba viendo. Encontraron muchas moras y pequeñas fresas silvestres. E, incluso, vieron un conejo que estaba sentado sobre el camino y muy cerca de ellos, y masticaba unas briznas de hierba y unas hojas de trébol. Cuando Tim lo divisó, comenzó a palmotear de alegría, pero el conejo enderezó las orejas, las echó luego hacia atrás y se perdió entre la espesura. Al mediodía, llegaron a un pequeño prado, dentro del bosque. El padre buscó un lugar que estuviera sombreado y extendió el mantel. Ambos tenían mucha hambre. De su mochila sacó unos bocadillos, varios huevos duros y una botella llena de té. De la mochila de Tim, salió una tableta de chocolate y un inmenso caramelo de chupón. Resultó un almuerzo suculento".

A continuación aparecen una serie de preguntas sobre el fragmento del texto anterior. Intenta contestarlas sin mirar el texto:

1. ¿Qué tiempo hacía el día en que Tim y su padre realizaron una excursión al bosque? Dibuja un sol o una nube dependiendo del tiempo que hacía el día de la excursión.

2. ¿Con qué animales y plantas se encontraron en el prado y en el bosque?

3. Dibujar los tres animales que llamaron la atención de Tim (mariposa, salamandra y conejo).

4. Tim y su padre se detuvieron para comer. ¿Qué comieron? ¿Cuál es tu comida favorita?

-Actividad 2: Esta actividad se conoce como "El objeto de los cuentos", y con ella intentaremos fomentar la lectura. A continuación, se les explica a los alumnos la actividad y se les pide que traigan un objeto relacionado con el cuento o libro que hayan leído, en este caso "Zapatos de fuego y sandalias de viento". Posteriormente, cada alumno dibujará en una cartulina el objeto que haya elegido y se hará un cartel explicativo de cada uno de ellos y, por último, se expondrá en el aula. Podemos invitar al resto de las clases a que lo vean.

Alumnas: Silvia de Paz Ponce de León, Tamara Padrino Moreno, Mª Luisa Pérez de Ascanio y Vanesa Iglesias Herguido.