filiación divina

El autor fue un monje cisterciense norteamericano (1923-2018), psicólogo y promotor de lo que denominó Oración Centrante. En diálogo con un miembro de Alcohólicos Anónimos, se refiere a las causas que conducen a las adicciones y sus consecuencias, a la espiritualidad en el programa de Doce Pasos de AA., las depresiones y a la oración como medio para sanar las destructivas heridas interiores.

Hemos sido creados para cosas grandes, en lo íntimo de nuestro ser hemos experimentado muchas veces ese deseo de grandeza, pero no con menor fuerza hemos sentido el zarpazo de nuestra debilidad y nuestra miseria. Lo segundo no anula lo primero ni lo convierte en una quimera inalcanzable, es solo un compañero de viaje al que debemos prestar la justa atención. Lo grande y lo pequeño, lo excelso y lo pésimo van llevando el compás de nuestra vida cotidiana.

El diálogo entre la verdad teológica y la experiencia vital de los creyentes ha marcado la historia del cristianismo. La espiritualidad orientó el sentido y maduración de las primeras comunidades, arraigó profundamente los cimientos de la Iglesia primitiva con el testimonio de los mártires y consolidó el amor fraterno como motor del quehacer histórico de los cristianos.

Un tratado teológico sobre filiación divina.

Reflexiones con una sola intención: iniciar al lector en el trato confiado con Dios, De una manera amable el lector tomará conciencia de las cosas importantes que pasan desapercibidas en el día a día de la mano del alegre diseño del libro.

Estas páginas son un chorro de aire fresco. De una manera amable nos invitan a pensar en esas cosas importante que pasan desapercibidas en nuestro día a día y, al hacerlo, sentimos como si sacáramos la cabeza fuera del agua y pudiéramos respirar aire puro.

Un retiro espiritual comentando el Evangelio de san Juan escrito por el fundador de la Congregación de san Juan. En estas páginas luminosas y amenas, se nos invita a encontrarnos con Cristo, siguiendo al Cordero dondequiera que vaya, para convertirnos así en hijos de Dios.

Un libro que instiga a una búsqueda personal de la presencia interior del padre, una forma fresca y renovada, alejada de las clásicas interpretaciones, de ver una pintura y de entender un pasaje bíblico, un ejercicio reflexivo que apunta al esclarecimiento de una cuestionante fundamental en la doctrina cristiana: ¿cuál es mi compromiso como humano?

Este es un libro de 236 páginas, cuya narrativa es sencilla y asequible, pero con profundidad espiritual. Los autores nos exponen un tema importante en la vida de cualquier cristiano, el de la filiación divina; nos la muestran como verdad gozosa, que debe llenar toda nuestra vida espiritual. Este libro nos puede ayudar a tratar, a conocer y a amar más al Señor. Pienso que éstas líneas nos ayudarán a encontrar la paz, la alegría, la fortaleza... en Él.